Sargiotti, un cadáver “plantado” en el río Suquía
El 12 de diciembre de 1990, un cadáver apareció flotando en el río Suquía, cerca de la Jefatura de la Policía de Córdoba, en la capital provincial. La versión azul diría, casi al mismo tiempo del hallazgo, que el fallecido era Oscar Mario Sargiotti (37), un presunto dealer que se había fugado esposado de la Central de Policía y que en su intento para escapar se internó en el río, donde se ahogó.
Sin embargo, cuando el forense Ricardo Cacciaguera vio el cadáver en la morgue, no tuvo dudas. Ni siquiera necesitó que desde el laboratorio le confirmaran que en los pulmones no había nada de agua.
Al otro día, bien temprano, ingresó en el despacho del juez Juan José Rojas Moresi, que pronto se dio cuenta de que estaba ante algo grave. “¿Qué pasó que estás tan pálido?”, le preguntó.
Sargiotti, explicó Cacciaguera, había sido arrojado ya muerto al río y toda la historia del ahogamiento era una fábula policial.
La investigación avanzó y se confirmó que había sito torturado antes de morir. Así, 13 policías de Drogas Peligrosas fueron enviados a juicio, y ocho de ellos terminaron condenados. El oficial Mario César Pistrini (de entonces 29 años), recibió prisión perpetua como responsable de tormento seguido de muerte
Según la causa, tras detener a Sargiotti en Villa Carlos Paz, los policías lo llevaron hasta la Jefatura de Córdoba, donde lo torturaron con la idea de que señalara a otros cómplices de vender drogas.
Como en medio de los tormentos el detenido se murió, los agentes fraguaron una fuga y posterior caída al río para intentar quedar impunes. Pero aquella vez, en la mesa de la Morgue Judicial, el cadáver dijo demasiado.