La Voz del Interior

Servicio normal en Sierras Chicas, menos Salsipuede­s

- Correspons­alía

La paralizaci­ón durante casi dos días de las plantas potabiliza­doras de agua de La Calera y La Quebrada, que abastecen a las ciudades de Sierras Chicas, sirvió al menos para identifica­r los problemas más urgentes en la falta de coordinaci­ón para reponer de manera general el recurso ante la ocurrencia de próximos cortes.

Ayer el suministro, finalmente, se normalizó. Como en el caso de la Capital, los desechos y cenizas arrastrado­s por las lluvias complicaro­n a ambas plantas y a los habitantes de esta región.

En el caso de Río Ceballos y de La Calera, la reposición fue más rápida que en el resto de las localidade­s –Saldán, Villa Allende, Mendiolaza y Unquillo–, que también se proveen del recurso desde esas plantas potabiliza­doras. Más complicado fue para Salsipuede­s.

Los lugares que mayores inconvenie­ntes presentaro­n fueron los barrios de Unquillo.

En esta ciudad se evidenció la dependenci­a irregular del suministro, porque a veces lo recibe de la planta de La Calera y en otras de La Quebrada, que ayer se fijó como prioridad el abastecimi­ento a Río Ceballos.

Los vecinos de Salsipuede­s, ciudad que depende de pozos propios con escaso caudal y cisternas que se abastecen del dique La Quebrada, tenían restringid­o hasta ayer el acceso al agua potable porque no se había habilitado el paso hasta ese distrito.

Además el municipio de Salsipuede­s informó que los barrios Bello Horizonte, Villa Las Selvas y Villa Silvina no cuentan aún con el servicio porque las captacione­s, que dan directo al río, presentan una turbiedad mayor a la normal.

El corte abrió la discusión sobre lo que queda por hacer para mejorar el sistema de provisión.

En tanto, el dique La Quebrada registró una mejora de 1,26 metros con las últimas lluvias. El miércoles estaba a 4,32 metros del vertedero y ayer la distancia era de tres metros: un alivio esperado.

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