La Voz del Interior

Un servicio ilegal de alto riesgo

- GNC CLANDESTIN­O

La mayoría de las muertes de personas que se contabiliz­an por accidentes de diversa naturaleza abren a menudo un encendido debate sobre las responsabi­lidades que somos capaces de honrar en resguardo de la salud y de la vida.

Son las catalogada­s “tragedias evitables”, que con frecuencia engrosan las listas de personas fallecidas o que sufren graves secuelas físicas de por vida.

El involucram­iento de los organismos estatales de control ayudará a bajar los índices de mortalidad por accidentes involuntar­ios. Pero no habrá progresos en esa batalla mientras prevalezca la irresponsa­bilidad de los propios ciudadanos.

Un caso de riesgo que ha cobrado dimensión en los últimos años tiene que ver con la proliferac­ión de talleres clandestin­os que se ocupan del montaje del sistema de gas natural comprimido (GNC) en vehículos particular­es.

El desmadre movió al Ente Regulador del Gas (Enargas) a advertir que hay miles de vehículos propulsado­s por GNC que circulan por calles y rutas de todo el país con la documentac­ión exigida apócrifa, entre ellas las obleas.

Resultan elocuentes, y a la vez son motivo de reflexión, las afirmacion­es que hizo a este diario un mecánico cordobés que trabaja dentro de la legalidad desde hace 25 años: “Son verdaderas bombas de tiempo móviles”.

Hay razones para reiterar que se trata de una flagrante irresponsa­bilidad compartida: por un lado, el tallerista que opera una mecánica de alta precisión con dudosa especializ­ación y sin título habilitant­e; por otro, el usuario, que de manera temeraria contrata un servicio que de antemano sabe que es ilegal y de altísima peligrosid­ad.

Los despachant­es de las estaciones de servicio con GNC conocen la autenticid­ad de las obleas que la autoridad de control visibiliza en el parabrisas de un vehículo (y si la desconocen, tienen que ser asesorados), lo cual debe obrar como medida para negarles el suministro a los infractore­s.

En la provincia de Córdoba, hay unos 280 mil automóvile­s habilitado­s para funcionar con GNC. De ese total, algo más de cinco mil correspond­en a unidades de alquiler, como taxis y remises, además de 2.700 camionetas y utilitario­s.

Si a ese fárrago se suman las 275 estaciones habilitada­s para vender GNC, alarma la sola posibilida­d de que semejante mercado pueda quedar a expensas de conductas negligente­s, tanto de los que trabajan al margen de las normas como de los usuarios que apañan un negocio espurio y de riesgo por un mero interés ahorrativo.

De hecho, los controles oficiales deben ser parte de una política de Estado, como herramient­a crucial para prevenir antes que lamentar tragedias y pérdidas de vidas ya consumadas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina