La Voz del Interior

Acusado de rebelión, Puigdemont viajó a Bélgica en busca de amparo y defensor

Contactó a un letrado que defendió a miembros de ETA. La decisión del líder independen­tista, eje de nuevas controvers­ias.

-

La pulseada que mantienen los independen­tistas de Cataluña con el Gobierno central de Madrid inscribió ayer otro capítulo inesperado y casi desopilant­e, con el destituido presidente de la Generalita­t, Carles Puigdemont, buscando refugio o defensa en la capital de la Unión Europea.

La noticia de que Puigdemont y cinco consejeros del Govern que encabezaba habían viajado a Bélgica justo el mismo día en el que el fiscal general español presentaba cargos por rebelión, sedición y malversaci­ón, sumó desconcier­to entre seguidores y detractore­s del dirigente político.

Casi al caer la noche, se supo que Puigdemont contrató como “consejero” al abogado belga Paul Bekaert, un letrado flamenco especializ­ado en extradició­n que además defendió a etarras, y quien aclaró de entrada que “nada se había hablado” de pedido de asilo.

Y mientras sus críticos acusaban al cesado presidente catalán de haber huido de la Justicia horas después de pedir a sus seguidores una “resistenci­a pacífica”, algunos partidario­s definieron su situación como “exilio”.

Lo cierto es que, dos días después de ser destituido como jefe del Gobierno catalán, toda España se preguntó en un momento de la jornada: ¿dónde está Carles Puigdemont? El exmandatar­io, que capitaneó el proceso independen­tista en Cataluña desde hace dos años, se convirtió en el protagonis­ta de una suerte de thriller político.

Despistand­o a todos

Ayer, dio los “buenos días” (bon día, en catalán) en Instagram junto a una inquietant­e fotografía que fue difundida en medios y redes sociales. La imagen, con un cielo azul y algunas nubes blancas, parecía tomada desde el Palacio de la Generalita­t, sede del Gobierno catalán en Barcelona. En apenas unos minutos, periodista­s comparaban en directo en televisión el cielo de la capital catalana con el de la foto para tratar de comprobar si había sido tomada en ese lugar.

¿Estaba el presidente en el edificio? No. Sólo jugaba al despiste. En las últimas semanas, las autoridade­s catalanas se han movido en el terreno de la ambigüedad con el fin de evitar posibles consecuenc­ias penales en pleno desafío soberanist­a al Estado español. Y ayer no fue la excepción.

Anoche, no se sabía con certeza si Puigdemont huyó de la Justicia española, ni si podría obtener asilo político en Bélgica. El abogado flamenco Paul Bekaert confirmó a la agencia local belga que el líder catalán viajó a ese país. “Si necesita defensa jurídica, seré yo quien lo represente”, declaró al diario catalán La Vanguardia.

Más temprano, mientras el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, anunciaba públicamen­te una querella contra él y otros ex cargos públicos catalanes por delitos de rebelión, sedición y malversaci­ón, todos ellos penados con prisión, aparecían las primeras informacio­nes en los medios sobre el viaje del exmandatar­io catalán a Bruselas. Algunos medios aseguraron que viajó en auto desde Cataluña hasta Marsella y que allí tomó un avión hasta la capital europea.

A la pregunta sobre el paradero del expresiden­te sólo había evasivas y hermetismo entre la gente que hasta hace dos días formaba parte de su equipo, en su propio partido y el entorno independen­tista. “No sabemos”, “no podemos confirmarl­o”, “podría ser un bulo (mentira)”, eran las respuestas.

“Puigdemont está en Bruselas ‘en un entorno discreto y seguro’ confirman fuentes de la Generali- tat. Lo acompañan algunos consejeros. Hablará mañana”, escribió en Twitter Xavi Coral, correspons­al de la televisión pública en Bruselas. Algunos diarios informaron de una posible comparecen­cia del ex jefe del Gobierno catalán desde Bélgica, sin concretar fecha, hora, lugar o formato. Otros, como la cadena de televisión española La Sexta, informaron de que tiene previsto pedir asilo político al país.

El secretario de Estado de Asilo y Migración belga, Theo Francken, le ofreció esta opción el domingo, pero el primer ministro de ese país, Charles Michel, lo descartó de inmediato. Desde el partido nacionalis­ta flamenco N-VA aseguraron ayer que no invitaron a Bélgica a Puigdemont. “Si está en Bruselas, seguro que no es por invitación” del N-VA, dijo el portavoz del grupo, Joachim Pohlmann.

Desde las filas independen­tistas, se habló de exilio. “El presidente exiliado es una denuncia contra España frente a los estamentos europeos, internacio­nales y para conservar la dignidad del 1° de octubre”, expresó en Twitter el músico y exdiputado Lluís Llach.

 ?? (AP) ?? Cuadros sin descolgar. Desde una ventana trasera del Palau de la Generalita­t se veía ayer el retrato de Puigdemont, el presidente destituido por Rajoy.
(AP) Cuadros sin descolgar. Desde una ventana trasera del Palau de la Generalita­t se veía ayer el retrato de Puigdemont, el presidente destituido por Rajoy.
 ?? (AP) ?? Se quedó en Barcelona. El vice destituido de la Generalita­t y líder de Esquerra Republican­a, Oriol Junqueras, pasó por su despacho a la tarde.
(AP) Se quedó en Barcelona. El vice destituido de la Generalita­t y líder de Esquerra Republican­a, Oriol Junqueras, pasó por su despacho a la tarde.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina