Para no cerrar los ojos ante parte de nuestra identidad
Me refiero al presente, a la necesidad de que estén jugando hoy ese partido. E insisto, creo que son muchos los que lo hacen.
–La película indaga sobre valores que pueden parecer perimidos, nuestra relación con el pasado, por ejemplo.
–Se habla de algo de lo que siempre se ha venido hablando. Y contrariamente a lo que cierto sector quiere instalar, de este tema nunca se hablará lo suficiente. Hay que seguir hablando, porque las heridas no se han cerrado. Hay muchos pibes que todavía no saben quiénes son.
–Pudiste conocer el cine en otras naciones, ¿hay muchas diferencias con el nuestro?
–Las diferencias suelen tener que ver con la capacidad de producción, esas son las más notables, cuando hay una producción grande. Pero la gente de cine es igual en todos lados: la maquilladora tiene cara de maquilladora acá y en todos lados. Enseguida se genera una relación con la gente que es como de una raza aparte; me imagino que con un director de fotografía rumano, a las dos horas estaríamos de acuerdo. La problemática es la misma, el amor es el mismo, las ganas de contar una historia también.
–¿Cómo ves el cine y la ficción argentinos? Con las plataformas “on demand” parece que todo viene bien.
–Son plataformas de exhibición, ahora eso a nosotros como industria audiovisual no nos favorece, no hace que se produzca más en Argentina. Al contrario, se está filmando mucho menos. Cada vez hay más series importadas y menos producción local. Esas plataformas nos agarran en un momento en que es muy difícil producir. Hay muchas plataformas, sí, ¿pero para exhibir qué? Acá no se están filmando más películas ni series gracias a Netflix.
Cambiar el mundo
En la película hay una frase que dice: “A la larga los buenos siempre ganan, aunque parezca que perdieron”. Para Grandinetti, eso es así. “Si no sería como aceptar que el paso por la vida de las personas no sirve para nada. Todos morimos y por lo tanto todas las batallas que llevamos adelante en nuestra vida terminan perdiéndose con nuestra muerte. Pero hay otros que toman la posta. Uno puede no cambiar el mundo, pero no tiene que dejar de intentarlo. Si no tenemos el deseo de cambiar las cosas, de intentar convencer al otro con la palabra, ¿qué hacemos?”.
La nueva película de Alberto Lecchi es un entrecruzamiento de generaciones con epicentro en un padre y en un torbellino de períodos de la historia política que afectan a cada personaje.
El origen del conflicto está en la Guerra Civil española y de ahí pasa a formar parte de la última dictadura militar argentina, que comenzó en 1976.
Te esperaré es una película emocionante, aunque sin golpes bajos. Y va montada sobre un elenco que es creíble, y que permite sintetizar varias de las incógnitas que todavía arrastramos en nuestro acervo cultural, fundado sobre años oscuros y vidas perdidas.
Grandinetti compone a un arquitecto cuya relación con la figura de su padre fallecido es un
HAY MUCHAS PLATAFORMAS, SÍ. ¿PERO PARA EXHIBIR QUÉ? ACÁ NO SE ESTÁN FILMANDO MÁS PELÍCULAS NI SERIES GRACIAS A NETFLIX.
HAY QUE SEGUIR HABLANDO (DE LA RELACIÓN CON NUESTRO PASADO), PORQUE LAS HERIDAS NO SE HAN CERRADO.
Con Darío Grandinetti, Juan Echanove , Inés Estévez, Hugo Arana, Jorge Marrale , Juan Grandinetti, Ana Celentano. Dirigida por Alberto Lecchi. Guion: Alberto Lecchi y Daniel García Molt. Fotografía: Hugo Colace. Música: Iván Wyszogrod. Vestuario: Ana Markarian. Sonido: Jorge Stavropoulos. Duración: 92 minutos. Apta para mayores de 13. gran conflicto. El hombre fue un héroe de guerra, y su nieto (hijo de Grandinetti) quiere conocer a fondo la historia. El abuelo murió también peleando, pero en la Argentina.
Conflictos
Mientras los intereses de padre e hijo se alinean en pugna, aparece el español Juan Echanove, quien tiene un libro exitoso inspirado en la vida del abuelo fallecido. Los conflictos del núcleo duro de la familia irán entrelazándose con intereses más grandes, ajenos y siniestros.
La sombra de un pasado horroroso todavía opaca las jornadas del presente, y los Grandinetti –cada uno en su personaje– se volverán las antípodas, las dos caras de una misma moneda acuñada en el miedo y en la sospecha.
Contra su voluntad, el personaje de Darío Grandinetti deberá tomar una serie de decisiones drásticas que cambiarán el curso de la vida de quienes tenga cerca para siempre.
Con actuaciones bien logradas y un guion que sostiene el paso firme hasta el final, Te esperaré no es sólo un buen thriller con factura nacional, también puede ser un llamado de atención para no cerrar los ojos ante una realidad es parte de nuestro ADN.