Cayó Boudou y se complica el frente judicial de Cristina
El exvicepresidente quedó preso por asociación ilícita y lavado de dinero. Desde el kirchnerismo denuncian persecución política.
Con un chaleco antibalas, esposado y escoltado por agentes de la Prefectura. Así salió ayer de su departamento Amado Boudou. Las decenas de fotografías que le tomaron en el trayecto que va desde el barrio porteño de Puerto Madero hasta la cárcel de Ezeiza, donde quedó recluido, son históricas. Se trata nada menos que del primer exvicepresidente apresado por corrupción en la Argentina.
Fue el juez Ariel Lijo quien ordenó la detención de Boudou por presunta asociación ilícita y lavado de dinero. También fue encarcelado su socio y posible testaferro José María Núñez Carmona.
Boudou se suma así a la larga lista de exfuncionarios y allegados kirchneristas que ya están en la cárcel: Julio De Vido, Ricardo Jaime, Roberto Baratta, César Milani y José López, entre otros.
Amado Boudou se convirtió en el primer exvicepresidente de la historia argentina en quedar preso por una causa de corrupción.
La Prefectura Naval lo buscó ayer, a las 7 de la mañana, en su departamento del barrio porteño de Puerto Madero. Descalzo, despeinado, en remera y joguineta, el excompañero de fórmula de Cristina Fernández escuchó el acta de la detención dispuesta por el juez federal Ariel Lijo por supuesto enriquecimiento ilícito. Después debió pasar la noche en el penal de Ezeiza.
En esa cárcel también están presos el exministro de Planificación, Julio de Vido; su exviceministro, Roberto Baratta; y los exsecretarios de Obras Públicas, José López, y de Transporte, Ricardo Jaime, entre otros funcionarios kirchneristas.
Boudou está denunciado en diversos casos de corrupción. Incluso afronta un juicio oral y público por la causa Ciccone. En esta ocasión fue detenido por una investigación por enriquecimiento ilícito en la que está acusado de haber incurrido en los delitos de asociación ilícita y lavado de dinero.
Lijo sospecha que el exvicepresidente y su socio, y presunto testaferro, José María Núñez Carmona –quien también fue detenido ayer– “pusieron en circulación en el mercado legal” sumas millonarias no declaradas y de origen ilícito a través de un blanqueo estipulado por una ley, “a los fines de disimular la fuente real de los fondos”, y de ingresarlas posteriormente “al grupo societario que compartían”.
Boudou supuestamente realizó otras dos maniobras de blanqueo, una de ellas junto con su pareja de entonces, la periodista Agustina Kämpfer, a nombre de quien puso un departamento que había comprado.
En Comodoro Py, donde llegó esposado y con chaleco antibalas, Boudou recusó al juez Lijo, pidió la nulidad de su detención y en su declaración se limitó a desligar de la investigación a Kämpfer, a quien el juez citó a declaración indagatoria para el miércoles 8 de noviembre.
Según la causa, el monto total de lavado de dinero que se les atribuye a Boudou y a Núñez Carmona asciende a 1,2 millón de dólares.
“Qué lindo”
Boudou fue a la cárcel a días de cumplir seis años de su asunción como vicepresidente de la Nación, en el segundo mandato presidencial de Cristina Kirchner. “No saben lo lindo que es tener vicepresidente. ¡Estoy tan contenta!”, dijo la exmandataria tras ser consagrada en primera vuelta con el 54 por ciento de los votos.
Boudou, de 54 años, llegó a la vicepresidencia tras haber sido ministro de Economía de 2009 a 2011, lapso durante el cual dispu- so la estatización de las AFJP. Y previamente se había desempeñado como director de Anses, cargo en el que sucedió al ahora líder del Frente Renovador, Sergio Massa, alejado formalmente del kirchnerismo desde abril de 2013.
Como vicepresidente, Amado Boudou tuvo poca tranquilidad: a meses de asumir, se lo involucró en el caso Ciccone y desde entonces en los tribunales empezaron a presentarse diversas denuncias de corrupción en su contra.
Su rol como presidente del Senado se vio desdibujado, puesto que la oposición pretendía que no condujera las sesiones porque, a su criterio, debía rendir cuentas ante la Justicia; y en lo político, dejó de aparecer en los actos presidenciales y, aunque Cristina Kirchner nunca le soltó la mano pese a su situación judicial, se convirtió en un emblema de la corrupción gubernamental.
Apodado “Emé” (por aimé, que en francés significa “amado”), Boudou inició su carrera política en la Ucedé, el partido fundado por Álvaro Alsogaray. Desde aquellos tiempos se conocía con Massa.
Reacciones
La diputada y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, mostró su satisfacción por la detención de Amado Boudou: “Viva la República”, escribió en Twitter tras enterarse de la decisión del juez Ariel Lijo.
El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo (Cambiemos), expresó que la detención de Boudou es un tema “ambivalente” porque “si bien muestra que existe igualdad ante la ley”, da “tristeza” en virtud del cargo que desempeñó.
En el kirchnerismo, en cambio, cuestionaron la detención: el jefe del bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ, Héctor Recalde, afirmó que “la detención de Amado Boudou demuestra la persecución que hay, porque siempre estuvo a derecho”. Y admitió su temor de que en un plazo no lejano se pidiera la detención de Cristina Kirchner.