Para conocer a la primera beata argentina, en formato de serie
Hoy se estrena “Inspiración”, serie realizada por cordobeses sobre la madre Catalina, para conocer a la primera beata argentina. Actores, técnicos y la comunidad de la congregación Esclavas del Corazón de Jesús apuestan a un formato novedoso.
Contar la historia de una monja no es una tarea que se presente sencilla. Y mucho menos para hacerla en el cine o en la televisión. ¿Qué acción puede ser atractiva en la vida de una monja? ¿Qué narrativa presentar para atrapar al público? Estas eran las preguntas que se hacían las hermanas de las Esclavas del Corazón de Jesús, cuyo edificio emblemático es el maravilloso convento y escuela en pleno barrio General Paz. Especialmente la madre Silvia, encargada de la comunicación de todo lo que tenga que ver con la madre Catalina, cuya figura será beatificada el 25 de noviembre, por lo que se convertirá en la primera beata argentina.
La madre Catalina vivió en Córdoba en el siglo 19, fue muy amiga del cura Brochero, el pintor Genaro Pérez la retrató muchas veces y fue una figura central de la cultura cordobesa de ese siglo, no sólo eclesiástica sino social, ya que Catalina era inquieta, rebelde, inquebrantable en sus ideas, y fundó la congregación a fuerza de voluntad.
Cuando en la congregación se plantearon hacer algo para contar su vida y obra, no llegaban a una idea concreta, porque las películas sobre santos les parecen aburridas y poco atractivas. La idea que los entusiasmaba era era dejar de “pescar en la pecera”, como dice la madre Silvia, esa costumbre de hacer cosas sólo para los católicos, tratando de salir a seducir con una buena historia a todo el mundo, ya que justamente Catalina se caracterizó por luchar por los derechos de las mujeres, de los pobres y de los desahuciados de Córdoba, oponiéndose a las estrictas regulaciones de la época que no dejaban hacer a las mujeres una vida social.
Cuando buscaron quién podía hacerse cargo de la comunicación, apareció de casualidad Cinergia
Estudio Creativo, especializada en publicidad, con varios premios en su haber, pero sin experiencia en temas religiosos.
Cuando escucharon a la madre Silvia, le propusieron hacer una serie para ser subida a YouTube. “Ah, como si fuera Netflix”, dijo la madre, y ahí nomás se convencieron de la posibilidad de utilizar este formato, novedoso para este tipo de sucesos.
Lo interesante es que ninguno de los participantes del grupo Cinergia es religioso ni sabía nada de la madre Catalina, por lo que tuvieron que estudiar su vida antes de sentarse a armar el guion y después hacer el casting con los chicos mismos de la escuela. Toda una aventura: Damián Depetris a la hora de escribir el guion y enfocar la dirección, Nicolás Guerrini en la fotografía, y los alumnos del colegio Santiago Paredes, Camila Giménez y Lucía Nocelli fueron los actores seleccionados en un casting al que llegaron con miedo y sensaciones encontradas y terminaron metidos de lleno y sacando un profesionalismo sorprendente.
“La idea de hacer una serie docuficcional para subirla a las plataformas virtuales –dice Guillermo Brandán, productor de Cinergia– tiene que ver con agilizar la narración, encontrar un formato accesible que les haga llegar la historia de la madre Catalina a todos, aun cuando no sepan nada de su obra”. Y el resultado es un producto diferente, participativo, en locaciones como Villa Cura Brochero y con la participación de muchos actores no profesionales que dan vida a una serie que sale de lo común.
La madre Silvia no para de hablar y de contar sobre la madre Catalina, su obra, su rebeldía, su pasión humana. Cuando piensa en lo que pasaron durante el proceso de filmación, no deja de reírse. Como quería un producto diferente, observó de entrada que “hay demasiada monja en esto, saquemos monjas”. Los chicos se ríen y dicen que no sólo es verdad, sino que además tenía lógica, porque la madre Catalina, más que monja, fue un ser humano extraordinario.
Fundó la congregación religiosa a pesar de ser esposa y madre, algo impensado y bastante incómodo en aquellas épocas. Ese mismo eclecticismo en la vida de la madre Catalina se unió a la variedad del equipo de trabajo y al compromiso de todos en sacar adelante el proyecto.
La idea de la producción no era mostrar la vida de la madre Catalina, sino atrapar al público y hacerlo participar en el descubrimiento de una existencia singular. Para los realizadores, el desafío era lograr estándares técnicos altos, como si verdaderamente fuera una serie para Netflix. Por eso filmaron en 4 k, algo inusual en estas realizaciones, y plantearon todo el proyecto como una gran aventura de una luchadora social antes que una religiosa. Por eso tanta pasión en los rostros de la madre Silvia, de los adolescentes que han convivido a la sombra de los relatos de la madre Catalina en el colegio y de los realizadores, quienes, sin saber nada de la madre Catalina, emprendieron este camino que desde esta noche se podrá ver por los canales de YouTube.
La serie consta de seis capítulos que rondan los siete minutos cada uno. Hoy se proyectará la serie completa al público como un estreno mundial en el patio de la congregación, y a partir del sábado estarán disponibles en YouTube los primeros capítulos.