Macri saca a Juez de Ecuador, pero le da lugar en el Gobierno
Había dicho de sí mismo: “Este mugriento se ve que agarró hábitos ecuatorianos”. A fin de año ocuparía un lugar en el gabinete.
El Gobierno de Ecuador ya había pedido por segunda vez el alejamiento del cordobés. Fue entonces cuando el presidente Mauricio Macri decidió desplazar a Luis Juez de la Embajada argentina en Quito.
La decisión se tomó ayer y, por ahora, el exintendente de Córdoba fue nombrado en un cargo del Ministerio de Defensa, que maneja Oscar Aguad.
Todo se desencadenó el pasado domingo 22 de octubre, durante las elecciones, cuando Juez dijo a una radio: “Llegué hace media hora de fiscalizar. Me pegué una ducha, me puse un saco y una camisa. No quería estar con la ropa de esta mañana porque van a decir ‘este mugriento se ve que agarró hábitos ecuatorianos’”.
La Cancillería ecuatoriana había pedido oficialmente que la Argentina retirara a Juez de ese cargo.
El exintendente está en Córdoba desde hace varios días a la espera de que se defina su futuro.
“El embajador Juez llevó a cabo su gestión con éxito, representando los intereses argentinos para ampliar y profundizar la relación bilateral ante la hermana República del Ecuador”, dice el comunicado oficial argentino.
El también exdiputado ya le había pedido hacía tiempo a Macri volver al país para integrarse al gabinete nacional, algo que ocurriría a partir de diciembre.
Fuentes del juecismo señalan que se había hablado sobre la posibilidad de ocupar la Secretaría de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior.
Finalmente, el Gobierno nacional definió que Luis Juez ya no será el embajador argentino en Ecuador, luego de que un duro exabrupto ofensivo para el pueblo ecuatoriano por parte del exintendente de Córdoba se sumó a pujas políticas internas en ese país para tornar inviable su actividad en Quito.
La cuestión quedó saldada ayer, luego de que, anteayer, el Gobierno ecuatoriano insistió en la necesidad de que Juez cesara como embajador, pese a los pedidos de disculpas del cordobés. En una entrevista radial, Juez había contado que se había ido a cambiar su camisa “para que no digan que este mugriento se ve que agarró hábitos ecuatorianos”.
Lo cierto es que anoche quedó definido también el nuevo destino del exintendente. Irá a integrar la estructura del Ministerio de Defensa, aunque sin que se conociera, hasta anoche, el cargo que ocupará. El ministro de Defensa es el también cordobés Oscar Aguad. El radical fue uno de los primeros y más férreos promotores de Cambiemos en Córdoba y tiene una relación estrecha con Mauricio Macri.
La definición fue comunicada a Juez ayer por el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Fuentes del juecismo aseguran que Juez ya le había pedido a Macri volver al país antes de fin de año para integrarse al gabinete nacional. Según esa interpretación, lo único que hizo el exabrupto juecista fue obligar a acelerar esos tiempos.
En el entorno juecista también aseguran que el aterrizaje en el Ministerio de Defensa podría ser sólo temporal. Remarcan que, en conversaciones previas, se había hablado sobre la posibilidad de que Juez ocupara la Secretaría de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior, que dirige Rogelio Frigerio.
Esa secretaría suele ser un premio para políticos que sueñan con tejer, desde allí, una red de apoyos políticos con intendentes de todo el país. Uno de sus ocupantes fue, durante el gobierno de la Alianza, el también exintendente de Córdoba Rubén Martí.
La expectativa se sostiene en que la actual secretaria es Aída Ayala, líder radical del Chaco que acaba de ganarle al peronismo las últimas elecciones como candidata a diputada imponiéndose con el el 41,7 por ciento de los votos a una lista fogoneada no sólo por el gobernador, el peronista Domingo Peppo, sino también por el intendente K de Resistencia y exjefe de Gabinete de Cristina Fernández, Jorge Capitanich. Se supone que Ayala asumirá como diputada en diciembre.
Ese es el hueco que para los juecistas podría abrirse a fin de año para dejar Defensa y pasar a un puesto más expectable para “hacer política”. Una de las preguntas es si Frigerio lo aceptará. Y si Macri no querrá premiar con ese cargo a alguien más.
La salida de Juez de Ecuador no está vinculada sólo al duro exabrupto del exintendente. La propia Cancillería estima que, pese a los pedidos de perdón, la situación terminó siendo irremontable porque influyeron factores internos.
En Ecuador, Juez fue identificado rápidamente como “hombre de Macri” cuando todavía Rafael Correa era presidente del país. Por un lado, Juez desbarató el plan de Correa de distinguir oficialmente a Cristina Fernández al recordar públicamente que la expresidenta estaba sospechada de corrupción. Correa tuvo que contentarse con un premio de menor rango en el Congreso. Luego, con el escándalo Panamá Papers, Juez salió a defender a Macri ante las críticas públicas de Rafael Correa.
Hoy el correísmo está en una batalla campal contra el presidente que sucedió a Correa, Lenin Moreno. Esa pelea se da sobre numerosos aspectos. Y, en ese marco, el correísmo es el que buscó forzar a Moreno a presionar al gobierno macrista a retirar a Juez.
DIJO LA CANCILLERÍA: “EL EMBAJADOR JUEZ LLEVÓ A CABO SU GESTIÓN CON ÉXITO, REPRESENTANDO LOS INTERESES ARGENTINOS”.