Asalto en un country cerca de Jesús María
El hombre baleado en su casa ubicada en las afueras de Jesús María quedó internado en un sanatorio de la ciudad de Córdoba. La Policía no tiene pistas sobre quiénes fueron los ladrones. Sospechan de un “datero”.
Un momento aterrador vivió la familia Colaneri cuando se disponía a cenar y un grupo de delincuentes irrumpió de manera violenta en su casa ubicada en el interior del barrio cerrado Barrancas de la ciudad de Jesús María para alzarse con un botín no precisado de joyas y dinero en efectivo.
El asalto culminó con un disparo en contra del dueño de la vivienda, que lo hirió en la zona torácica izquierda con orificio de ingreso y salida. El hombre salvó su vida sólo de casualidad.
Mientras los delincuentes huían, un vecino que hacía actividad física por el barrio escuchó los gritos desesperados de auxilio de Gastón Colaneri (43) y corrió a ayudarlo, mientras veían cómo unos bultos se fugaban por un agujero realizado en el tejido perime- trald el barrio.
Colaneri había quedado solo a merced de los delincuentes porque su mujer, al escuchar que estaban violentando la puerta de ingreso, se escapó con sus hijos por los fondos de la vivienda y buscó auxilio en la casa de otros vecinos.
No están claros los motivos por los que Colaneri fue baleado, más allá de que se difundió en las primeras horas del hecho que se había resistido al asalto.
El parte policial señaló que el disparo se habría producido sin razón aparente porque el robo, finalmente, se concretó.
La víctima del balazo fue llevada, primero, al hospital Vicente Agüero de Jesús María, donde fue estabilizado y, con posterioridad, trasladado al sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba, donde quedó en terapia intensiva y con pronóstico reservado, pero fuera de peligro, según apuntaron los informantes.
La segunda víctima de este violento episodio fue un guardia de la empresa de seguridad del barrio que alcanzó a iluminar a los delincuentes con una linterna para recibir, a cambio, que le apunten con un arma de fuego.
Rápido de reflejos, el guardia giró sobre sus pies y emprendió una apresurada carrera, mientras uno de los delincuentes le disparaba y lograba rozarle una de las piernas, aunque afortunadamente sólo tuvo que lamentar el doloroso rasguño de la bala.
Tras la fuga de los delincuentes, el barrio era un hervidero y a través de mensajes vía WhatsApp comenzaron a recomendar al resto del vecindario que permanecieran en sus hogares porque los delincuentes operaban encapuchados y estaban bien armados.
Primer hecho en tres años En este barrio privado los robos y asaltos lejos están de ser algo común. El último antecedente similar se remonta a tres años atrás, cuando las víctimas habían sido un hombre mayor y su enfermera, además de la nuera del hombre y algunos de sus nietos. Aquel asalto se perpetró sin ejercer violencia y la guardia del country era mucho más precaria que ahora.
En febrero de este año hubo un robo de similares características en una vivienda que está justo en frente del country Barrancas: tres delincuentes que actuaron encapuchados amenazaron con armas a un matrimonio y su hijo de 15 años y les exigieron dinero y joyas para llevarse alrededor de 20 mil pesos y tres teléfonos celulares, antes de huir en una camioneta Toyota Hilux propiedad de la familia que dejaron abandonada a pocos kilómetros.
Aquel robo se perpetró casi a la misma hora que el hecho de la noche de este martes y en ambos casos las víctimas fueron personas vinculadas a la actividad agropecuaria.
La sospecha en el caso de Colaneri es que los delincuentes sabían que tenía dinero en su casa y que llegaron allí por los oficios de un “datero”.
Por el momento, los pesquisas no cuentan con más datos que los aportados por las víctimas.