Gasoductos: difícil probar conexión entre las dos licitaciones
Desde hace siete años, los legisladores provinciales Aurelio García Elorrio, Juan Pablo Quinteros y Liliana Montero vienen sosteniendo que hubo una “cartelización” de empresas brasileñas en la primera licitación de los gasoductos troncales cordobeses (2009), que tendría conexión con la última que se realizó en 2015, por la obra que ya está en marcha.
La sospecha de los parlamentarios opositores se centra en un dato que figura en la megacausa Lava Jato: la denominada “lista Youssef ”, un listado con más de 750 obras que habrían sido adjudicadas mediante el pago de sobornos en los cinco continentes, donde los gasoductos de Córdoba están mencionados, al menos en tres oportunidades y con un monto de 36 millones de dólares.
Según esta lista que fue obtenida en un allanamiento al domicilio de una personas acusada de pagar las coimas de distintas empresas brasileñas en el caso Lava Jato, OAS habría pagado estas supuestas coimas por la primera licitación de los gasoductos cordobeses, hace ocho años atrás.
El argumento de los funcionarios provinciales es que OAS no pudo pagar coimas, ya que perdió aquella licitación con otra empresa brasileña: Andrade Gutiérrez, que había conformado una Unión Transitoria de Empresas (UTE) con las locales Iecsa y Britos S.A.
La sospecha de los legisladores denunciantes es que existía una “cartelización” entre empresas brasileñas, que se repartían las obras.
Por eso también sospechan que Odebrecht, la más involucrada en el Lava Jato, luego se quedó con seis sistemas en la última licitación de 2015, cuyos trabajos ya están en marcha.
“Hay muchos elementos para sospechar que hubo una cartelización de empresas brasileñas, que tienen conexión en las dos licitaciones. El problema fue que la Justicia provincial ni siquiera pidió un exhorto a la Justicia brasileña para tratar de investigar lo que nosotros presentamos”, coincidieron los tres legisladores que viajaron la semana pasada a Curitiba, Brasil, para entrevistarse con dos fiscales del Lava Jato.