Más que el ingreso, cómo es la permanencia
Durante años se discutió cómo debía ser el ingreso a la Universidad Nacional de Córdoba. En la opacidad de esa discusión quedó qué se hacía con la permanencia de los aspirantes a doctor, abogado, odontólogo, arquitecto o trabajador social diplomado por la UNC.
Un informe publicado algunos meses atrás ya había revelado que casi el 65 por ciento de los estudiantes universitarios que habían ingresado 10 años atrás, para 2016 habían desertado.
El estudio que es el núcleo duro de nuestra apuesta de Primer plano hace un zoom sobre el abandono en la Universidad y encuentra que un tercio de los chicos que desertan lo hace en el primer año de carrera.
Hay múltiples razones, como la admisión temprana de una decisión errada en la carrera escogida, pero la más frecuente y mencionada es el déficit de formación que los chicos acarrean desde el colegio secundario y la falta de experti- se y práctica para estudiar.
El fracaso del secundario se extiende aun entre quienes lo superaron (o sobrevivieron), pero lo pagan cuando llegan a la educación superior.
Fracaso que sigue a otro fracaso y decepción: el de los chicos que se quedan sin nada. Como está armado aún el sistema de carreras, un joven que aprueba 10 materias
EL FRACASO DEL SECUNDARIO SE EXTIENDE ENTRE QUIENES LO SUPERARON (O SOBREVIVIERON) EN LA UNIVERSIDAD.
sólo tiene una libreta de estudiante con fecha de caducidad, sin ningún mérito para mostrar en una eventual postulación laboral. Eso intenta cambiar, con el sistema de créditos y recorridos libres, alejados de las currículas consagradas de las carreras, el rectorado liderado por Hugo Juri, quien escribe una columna de análisis en la que remarca su apuesta.
Es casi una frase hecha en los medios de comunicación que nada es más importante que hablar de educación. El tema es que muy pocas veces hay abundancia de datos, pertinencia metodológica y profundidad de contexto, para que los debates, primero, y las decisiones estratégicas, después, se funden en evidencia y conocimiento. Y es lo que merece la educación.