“No creo que el peronismo se reconfigure antes de 2019”
El sociólogo, autor de numerosos estudios sobre el movimiento que fundó Juan Perón, cree que Cristina Kirchner refuerza la adhesión a Cambiemos.
El fenómeno peronista ocupa gran parte de la trayectoria académica de Juan Carlos Torre. Eso lo ubica como protagonista fundamental del debate entre distintas corrientes de investigación sobre los orígenes de ese movimiento político.
Tras las últimas elecciones y como gran conocedor de su objeto de estudio, Torre avizora un período de muchas dificultades para la recomposición del peronismo. Lo que viene, desde su punto de vista, será “un espectáculo bastante fluido”, en el que la persistencia del kirchnerismo jugará un rol clave.
–¿Cómo observa la reconfiguración del mapa político argentino después de las últimas elecciones?
–Hoy se está conformando una coalición electoral sólida, pero habrá que ver su alcance en el tiempo. Es un lugar común sostener que una motivación importante del voto por Cambiemos es la resistencia al kirchnerismo. La incógnita es si ese voto mantendrá fidelidad una vez neutralizado al adversario.
–¿De qué dependería la estabilidad del voto oficialista?
–El kirchnerismo no ha desaparecido del escenario. Pese a la derrota, Cristina captó la mayor cantidad de votos opositores y proclamó que seguirá encarnando una oposición férrea. Su presencia es motivadora y refuerza la adhesión coyuntural hacia Cambiemos.
–El problema es que no hay garantías de que Cristina siga libre, a la luz de sus problemas judiciales.
–A ese escenario aún no hemos llegado y no me quiero anticipar. No nos olvidemos del papel que juegan los mártires.
–¿Y qué va a pasar con el peronismo mientras tanto?
–Hoy la única fuerza con identidad en el campo del peronismo es la que lidera Cristina Kirchner, aunque, si bien sirve como oposición, claramente no entusiasma a los peronistas. El problema es que el espacio del centro o centroderecha popular de alguna manera ya está ocupado por Cambiemos, mientras la expresidenta gana terreno hacia la izquierda. A los dirigentes que encarnan la renovación por ahora les queda el camino de la ambigüedad.
–¿Qué papel podrían jugar hoy las organizaciones obreras y los movimientos piqueteros?
–Lo notable en los últimos tiempos es que los sindicatos no cuentan a la hora de las elecciones, ya que no proveen de candidatos para el Congreso ni garantizan resultados electorales, aunque mantienen su condición de factor importante al momento de gobernar la econo- mía. Los movimientos piqueteros, mientras tanto, han logrado en el gobierno de Macri más que con el kirchnerismo, con el simple planteo de que no habrá Navidades felices si no hay más recursos. Y, ante eso, el Gobierno ha respondido generosamente y hasta llegó a sentarlos a una mesa casi con el estatus de una central sindical.
–¿Esto significa que desplazaron a las organizaciones gremiales en el terreno político?
–Como los sindicatos, los movimientos piqueteros son importantes a la hora de gobernar la economía, pero tampoco tienen tanto peso en términos electorales. No son todo el peronismo, ni representan a todo el país. Pese a que constituyen un llamado de atención, no son una fuerza social que pese de manera mayoritaria en la reconfiguración de un movimiento popular como el peronismo.
–¿Habrá tiempo hasta 2019 para que el peronismo se reconstituya?
–Lo que tenemos por delante es un espectáculo bastante fluido. Es difícil saber qué puede pasar con oscilaciones en tan cortos plazos. De todos modos, no creo que el peronismo logre reconfigurarse antes de 2019. Por el lado de Cambiemos, sin dudas deberá actuar con inteligencia para lograr que un polo no peronista concluya su mandato y pueda ser reelegido, Torre se especializó en estudios sobre este tema.
Juan Carlos Torre se graduó en la Universidad de Buenos Aires (UBA) Es doctor en Sociología por la École des Hautes Études en Sciences Sociales (París). Actualmente es profesor emérito de la Universidad Torcuato Di Tella. En 1996 recibió el premio Konex en Sociología y en
2010 el premio Bernardo Houssay a la trayectoria científica.
Entre otras obras, es autor de La vieja guardia sindical y Perón. Sobre los orígenes del peronismo (1990,
2006) y de El gigante invertebrado. Los sindicatos en el gobierno. algo inédito hasta aquí en el país.
–¿Puede la izquierda sacar provecho de la debilidad del peronismo?
–La lista de grandes fábricas y comisiones internas que son de izquierda es muy grande, especialmente en el corredor de Buenos Aires a Rosario. Pero, a la hora de los votos, la izquierda no logra debilitar la identidad peronista, que ha demostrado una resistencia fenomenal a lo largo de la historia aun en condiciones no siempre favorables para el mundo de los trabajadores.
–¿En qué reside la dificultad de la izquierda para captar a los sectores populares fieles al peronismo?
–El peronismo quedó asociado en la historia argentina con la idea de movimiento que realiza la promesa de justicia social, pese al caudal de pobres que hay en el país. Los sectores populares no reaccionan frente a la foto, sino frente a la película, de ahí que los beneficios recibidos durante el kirchnerismo siguen gravitando en las periferias de las grandes ciudades. Sin embargo, en la actualidad hay un recorte de las lealtades de siempre, aun no de modo significativo, pero eventualmente es un terreno fértil para la incursión de Cambiemos, que logró avanzar en esos sectores con una fuerza que nunca tuvieron los radicales.