La receta del BM para Brasil: educación paga yreformajubilatoria
El informe “Un ajuste justo” sostiene que el Estado brasileño derrocha sus recursos. Temer relativiza la profundidad de los recortes.
BRASILIA. Brasil gasta más de lo que puede y gasta mal. A esa conclusión llegó el Banco Mundial (BM) en un informe pedido por el propio Gobierno brasileño, en el que se recomienda eliminar la gratuidad de la universidad pública, reducir los salarios de los empleados públicos y acelerar la reforma previsional, entre otras sugerencias para bajar el gasto.
“Un ajuste justo: Un análisis de la eficiencia y la equidad del gasto público en Brasil” es el nombre del informe, que señala que el aumento del gasto público en los últimos 20 años pone en riesgo la sostenibilidad fiscal, pues el déficit alcanza el ocho por ciento del PIB y la deuda saltó del 51,5 por ciento en 2012 al 73 por ciento este año.
“El concepto de derechos adquiridos debe ser revisado”, aseguró el informe.
Entre el recetario recomendado al Gobierno de Brasil, la medida que causó más impacto es la que promueve privatizar la educación pública superior.
La idea es que el 40 por ciento de los estudiantes más pobres que acuden a las universidades públicas sean subsidiados por sus compañeros que conforman el 60 por ciento más rico.
De acuerdo con el informe, los estudiantes de ingresos medios y altos deberían tomar créditos durante sus años de estudio en las facultades públicas y comenzar a pagarlos una vez graduados, como un financiamiento bancario.
El análisis fue pedido por el Gobierno para 2018, año en el cual entra en vigor la reforma constitucional del techo del gasto público, una iniciativa inédita a nivel global que congela por 20 años, apenas actualizando por la inflación, el Presupuesto federal.
Menos hospitales
Entre otras recetas, “Un ajuste justo” también alerta sobre la necesidad de cerrar hospitales medianos y fortalecer a las unidades básicas de salud y a los hospitales grandes.
A su vez, el BM denunció la desigualdad de salarios entre los empleados públicos y los privados.
En promedio, sostuvo el informe, el salario de un estatal brasileño es 67 por ciento superior al del mercado privado y es por eso que recomienda que reducir por la mitad estos ingresos generaría un ahorro del 0,9 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).
“Mantener privilegios es mantener una injusticia. De todos modos, nosotros sólo abrimos un debate”, dijo ante la prensa Antonio Nucifora, economista jefe del BM para Brasil. “No es tan amplia”
El nudo del ajuste, según Nucifora, es la reforma que el Gobierno impulsa en el sistema previsional para que el país tenga un potencial de ahorro del 8,36 por ciento del PIB. Según Nucifora, en el ritmo actual, en 13 años el pago de jubilaciones estará ocupando el límite de gasto autoimpuesto.
Ante los temores generados por un recorte muy brusco, el presidente de Brasil, Michel Temer, dijo que la reforma previsional que impulsa en el Congreso “no es muy amplia”, pese a la expectativa del mercado financiero sobre un nuevo régimen jubilatorio.