Racing quiere dar pelea en dos frentes
Mientras encara el tramo final del torneo con la mente puesta en el ascenso, plantea un cambio institucional.
Racing de Nueva Italia ingresa al tramo final del Federal B con la perspectiva, en el plano institucional, de convocar el año próximo a una asamblea de socios para elegir a una nueva comisión directiva. Ese acontecimiento se produciría el 31 de marzo y, con la designación de nuevas autoridades, la Academia dejaría de tener un administrador, que en la actualidad es el contador Gustavo Rubín, designado hace tres años por Carlos Tale, el juez que entiende en la causa vinculada a la convocatoria de acreedores de la entidad.
En ese sentido, el contador Rubín hizo referencia a la normalización paulatina de Racing, al ir alcanzando las metas propuestas en orden al cumplimiento de sus obligaciones con acreedores de distinto tipo, el motivo por el cual tuvo que recurrir a la instancia judicial para seguir funcionando.
De esta manera, Racing muestra un buen contexto para encarar a nivel deportivo el ascenso al Federal A. Rubín sostuvo que los viajes a Vélez de San Ramón, Santiago del Estero, y los posteriores al norte del país, en caso de progresar en el torneo, no modifican sustancialmente el presupuesto mensual, que alcanza los 430 mil pesos.
El funcionario judicial instó a “tener una mentalidad adecuada para encarar esta instancia”, ya que se viene la etapa más decisiva de la temporada. “En ese punto, dirigentes, jugadores e hinchas debemos estar preparados para afrontarla”, amplió.
“Las autoridades que asuman el año que viene podrán acceder a un club con superávit operativo y con un pasivo estructurado”, explicó. Y subrayó que podría haber una gran moratoria para los socios, ya que la intención es que haya una participación masiva de asociados en el comicio.
En cuanto al desarrollo de las actividades en Nueva Italia, Rubín anunció la terminación de las obras y el pleno funcionamiento a partir de diciembre de la pileta de natación, ubicada detrás de la cabecera sur del estadio Miguel Sancho.
Este dato tiene una gran relevancia para los habitantes de los distintos barrios de la zona noreste de la ciudad, ya que desde la década del ’90, y por el proceso de deterioro institucional, había dejado de funcionar.