Un joven muerto, dos disparos y muchas preguntas sin respuestas
“Fue un ajuste de cuentas”. “Salió de su casa a hacer algo no muy claro y terminó muerto”. “Al parecer, le robaron el celular y lo mataron”. “Se la tenían jurada, lo encontraron y le tiraron”.
Las conjeturas y versiones son diversas sobre el asesinato de un muchacho que, en la madrugada de ayer, terminó ultimado de al menos dos disparos por parte de dos hombres en barrio Sol Naciente, en la zona noroeste de la ciudad de Córdoba.
Los homicidas escaparon y por ahora no fueron detenidos. Tampoco están identificados, aunque los investigadores manejaban ayer algunos apodos para identificar.
La única certeza es que la víctima fue Luis Guillermo Amaya, quien tenía 19 años y residía junto con su familia en una sencilla vivienda en el corazón de Sol Naciente. Ayer, poco después de las 2.30, Amaya salió de su hogar junto con un amigo de 14 años con rumbo no claro.
A dos cuadras, a la altura del lote 15 de la manaza 34, aparecieron los atacantes. Según algunos testigos, los individuos andaban en una moto. Otros aseguraban que iban caminando.
Lo concreto es que uno de ellos extrajo un arma y desde corta distancia le disparó a Amaya, quien fue alcanzado en el tórax. El muchacho cayó muy mal herido.
Con toda impunidad, los criminales escaparon, mientras algunos vecinos salieron a ver qué había sucedido. El muchacho fue trasladado por su padre hasta un dispensario cercano, donde finalmente murió mientras se esperaba que arribara una ambulancia.
La Policía montó un operativo en el sector, pero los uniformados no pudieron dar con ninguno de los sospechosos.
El amigo de quien falleció fue llevado a testificar. Trascendió que el muchacho, muy exaltado, no pudo finalmente declarar y todo se pospuso para hoy. Su relato es considerado relevante.
Una insistente versión que ayer recorría el barrio es que los disparos podrían haber sido consecuencia de una supuesta venganza por un robo ocurrido tiempo atrás. Sin embargo, no hay precisiones.
El padre del muchacho fallecido denunció que a su hijo los atacantes le sustrajeron el teléfono celular de entre sus prendas. Ese aparato no fue localizado. Sin embargo, no está confirmado que haya sido sustraído. El fiscal Guillermo González retiró de la investigación a policías de Robos y Hurtos y les encargó el trabajo a pesquisas de la División Homicidios, según confirmaron fuentes oficiales.