Su esposo la delató en la comisaría: ahora quedó presa por matar a su bebé
El cuerpo había sido hallado en una bolsa de basura en barrio San Martín, en Córdoba. La mujer dijo que la criatura nació muerta. El fiscal, con los peritajes en la mano, no le cree.
“¡Perdoname, perdoname, por favor! ¡Perdoname...!”.
Entre llantos y gritos, y frente a varios policías, la mujer se aferraba a su esposo y suplicaba. El hombre la acababa de llevar hasta la comisaría tras enterarse de que había dado a luz a un bebé en el hogar y lo había dejado abandonado en un cesto de residuos, dentro de una bolsa de basura cerrada de manera hermética, en barrio San Martín de Córdoba capital.
La criatura murió, presuntamente, por la falta de oxígeno.
Todo se descubrió de casualidad el domingo, porque a los recolectores de residuos les llamó la atención el olor nauseabundo que provenía de la bolsa. Al abrirla, hallaron el cadáver del recién nacido.
Ahora, la mujer de 35 años quedó detenida e imputada por homicidio agravado por el vínculo, cuya pena es la prisión perpetua.
No fue trasladada aún a la Cárcel de Bouwer. El fiscal Raúl Garzón, a cargo del caso, dispuso que quede internada momentáneamente en la Maternidad Provincial (con custodia policial) hasta que mejore, dado que presentaba hemorragias mal curadas.
Cuando se recupere, sí irá a prisión. En las próximas horas le harán los peritajes psiquiátricos: el fiscal quiere determinar si comprendió la criminalidad de sus actos y si atravesaba una depresión por un estado puerperal.
El esposo de la mujer quedó, por ahora, fuera de toda sospecha.
El hombre, quien tiene varios hijos con la detenida, adujo que “no sabía” que estaba embarazada. En la Justicia, lo toman como un testigo de la causa.
La acusada admitió ante los investigadores policiales que dio a luz al niño, que lo metió en la bolsa y lo llevó hasta el cesto de basura. Eso sí: insistió en que la criatura había nacido muerta.
Esa confesión, como no fue realizada con la presencia de su defensor y ante el fiscal, no tiene validez. Los pesquisas, conscientes de esto, saben que tienen que recolectar todas las pruebas que terminen de resolver todo el caso.
El fiscal Garzón tiene claro que fue un homicidio: el bebé nació con vida, según lo determinaron los primeros informes forenses. De todas formas, espera una ampliación de estudios.
El caso se descubrió el domingo a la noche, cuando recolectores de Lusa juntaban bolsas de basura en la esquina de las calles Europa y Martín García, en San Martín.
Pistas tras pistas
El cuerpo estaba envuelto en un toallón verde y dentro de una bolsa de nailon cerrada. En la misma bolsa se hallaron restos de tela y algunos tickets de compras.
Tal como se informó en estas páginas, ciertas características físicas del pequeño comenzaron a orientar la pesquisa respecto a una comunidad de personas que residen en la zona. Además, la presencia de esos tickets aportó más coordenadas.
Investigadores de la División Homicidios, coordinados por el fiscal Garzón, ubicaron a una mujer extranjera que, según vecinos, había estado embarazada hasta hacía poco tiempo. La mujer mostró su recién nacido y quedó fuera de sospecha.
Sin embargo, los investigadores policiales siguieron averiguando entre el círculo cercano de esa flamante madre y así fue como dieron con el dato de otra mujer que trabajaba como empleada de una modista y que podría haber estado embarazada. “En la bolsa del bebé se hallaron telas”, recordó un policía. Fueron a su hogar, no la encontraron, pero sí hablaron con su esposo, quien dijo desconocer parto alguno.
Así las cosas, cuando la causa parecía tambalear, ese mismo hombre se presentó el miércoles pasado a la noche en la Comisaría 9ª de barrio San Martín. Llevaba a su esposa, llorando, de la mano.
Dentro de la dependencia policial, ubicada a pocas cuadras de donde había sido hallado el cuerpito sin vida, el hombre le dijo a los uniformados que la mujer que buscaban era su esposa. Desde esa comisaría se alertó a la División Homicidios. Esa noche, el celular del fiscal comenzó a sonar.
La mujer habría dado a luz sola en su propia vivienda, el viernes anterior. Afirmó que el bebe nació muerto. No le creen en absoluto.
“El esposo adujo que por las características del cuerpo de su mujer, no sabía que ella esperaba otro hijo... Es raro, sí. Pero ellos tienen una relación particular. No viven muy juntos. Es más, años atrás ella ya había dado a luz un hijo y él se sorprendió...”, comentó una fuente del caso.
Otro vocero de la causa indicó que la mujer “confesó” ante los policías que tras dar a luz al pequeño, fue “sola” a tirarlo al cesto de basura vecinal. “Esa confesión, que por cierto lo quita a él de toda sospecha, no alcanza. Es necesario buscar pruebas que avalen lo que acaba de decir”, dijo la fuente.
Desde la investigación se indicó que el cuerpo no presenta lesiones.
La presunción es que falleció asfixiado por la falta de oxígeno, además de hipotermia.