La Voz del Interior

El motivo del quiebre Schiaretti-De la Sota

- Julián Cañas La trastienda jcanias@lavozdelin­terior.com.ar

No habrá un rompimient­o ni ruido de pelea en público. Ambos se esforzarán por negar el distanciam­iento político. Pero hay algo que se quebró entre los dos referentes peronistas cordobeses.

El gobernador Juan Schiaretti y José Manuel de la Sota, su antecesor y socio político, tienen una visión opuesta sobre la gestión del presidente Mauricio Macri. Esto generó un abismo entre ellos, más allá del esfuerzo de ambos por ocultarlo o, al menos, para que no se note tanto.

Al negarse a integrar el bloque de diputados peronistas cordobeses que responden al gobernador, Adriana Nazario –pareja de

De la Sota– blanqueó lo que desde hace tiempo se viene comentando por lo bajo en el PJ cordobés: las diferencia­s políticas entre los dos peronistas que se repartiero­n el poder en la provincia en los últimos 18 años.

Nadie cree que Schiaretti y De la Sota rompan la sociedad política cordobesa más exitosa desde la restauraci­ón de la democracia. Pero para De la Sota la reforma jubilatori­a fue un límite para tomar distancia de su socio hasta hace poco.

Sus miradas sobre el macrismo los separan. La decisión de Nazario generó un cimbrón difícil de disimular por los schiaretti­stas.

El gobernador está convencido de que la gestión del presidente Macri cerrará la etapa del populismo K para poner al país en el camino del desarrollo.

A Schiaretti hay cosas que no le gustan del macrismo. En privado, cuestiona la falta de sensibilid­ad social y la actitud “empresaria­l” en el manejo de la cosa pública que tienen muchos funcionari­os nacionales.

Más allá de estas objeciones leves, Schiaretti coincide con el rumbo del Gobierno nacional y no lo oculta. Es el gobernador peronista más encolumnad­o con laCasaRosa­da.

Esta cercanía es tal que algunas medidas que impulsó Macri, como el acuerdo por la devolución del 15 por ciento de coparticip­ación, el año pasado, y varios puntos del reciente Consenso Fiscal, tienen la firma y el sello del gobernador cordobés.

Alguna vez, en una de sus visitas a la provincia, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, admitió en una mesa de café que al Presidente le gustaría tener en su gabinete a un hombre “de gestión” como Schiaretti.

Otra mirada

Enlaotrave­reda,DelaSota tiene una postura opuesta sobre la administra­ción macrista.

Aunque hace tiempo que no habla en público, sus íntimos comentan que el exgobernad­or sólo le reconoce al Presidente haber restableci­do la relación institucio­nal con Córdoba, pero es un crítico de la gestión nacional.

“Este gobierno sobrevive por el endeudamie­nto, y esa es una herramient­a peligrosa. El estallido de 2001 nos debe servir para no cometer los mismos errores”, suele concluir De la Sota entre sus íntimos, en cenas con ensaladas frugales y poca carne, para sostener su estricta dieta.

De la Sota hace tiempo que no habla de política. Sólo escribe algunos mensajes en las redes sociales.

El último mensaje político que puso en Twitter fue el 5 de noviembre pasado. “Sigo creyendo en un acuerdo económico-social que traiga paz, unión y progreso para todos”, difundió, y arrobó su definición a la cuenta de Macri.

DelaSotano­habla,perolo hacen por él personas de su confianza: su pareja y su hija, la concejala capitalina Natalia

LA REFORMA JUBILATORI­A MACRISTA FUE UN LÍMITE PARA DE LA SOTA. SU ENTORNO MARCÓ DIFERENCIA­S CON SCHIARETTI.

delaSota.

La diputada Nazario confirmó que votará en contra de la reforma jubilatori­a que Macri acordó con los gobernador­es, entre ellos, Schiaretti.

Natalia también cuestionó esta medida respecto de los jubilados. “Espero, de corazón, que nuestros diputados de Córdoba no apoyen estas medidas y cuiden más a los indefensos. El pueblo que no cuida a sus jóvenes y ancianos no tiene futuro”, escribió sin grises la hija del exgobernad­or, antes de que Schiaretti les ordenara a sus diputados que apoyen las reformas macristas.

Por ahora, De la Sota no hará declaracio­nes. Escribe en las redes sociales casi siempre con el Papa como referencia.

“Felices los que saben ponerse en el lugar del otro. Un amigo no abandona, no envidia, nunca habla mal de su amigo ni permite que, ausente, sea criticado porque sale en su defensa”, puso la semana pasada en Twitter. Palabras de Francisco.

No arrobó a nadie, pero para muchos peronistas cordobeses esa definición del Papa tomada por el exgobernad­or tenía un destinatar­io claro: Schiaretti.

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