La Voz del Interior

La crítica oficialist­a y el halago opositor

La Voz les pidió un ejercicio de análisis “cambiado” sobre los dos años de Macri. Cinco políticos, de diferentes cargos y extracción, dan su visión de la actual gestión.

- Federico Giammaría fgiammaria@lavozdelin­terior.com.ar

“¡Qué esfuerzo me estás pidiendo! La verdad, me cuesta mucho”, dice Martín Fresneda, legislador del kirchneris­mo cordobés. Respondía así a un pedido periodísti­co: mencionar, como opositor, elementos positivos del gobierno de Mauricio Macri. La consigna también fue planteada al revés: qué crítica hacen los oficialist­as.

La Voz consultó a cinco políticos de diferentes posiciones: al diputado nacional por Cambiemos Héctor Baldassi; al presidente de Arsat, Rodrigo de Loredo; al presidente del bloque de Unión por Córdoba, Carlos Gutiérrez; a la dirigente de izquierda Luciana Echevarría, y al mencionado Fresneda.

¿Cuesta destacar cosas buenas de Macri? Echeverría dice que sí. Aun cuando en su familia haya gente que lo votó. “Es difícil tener una valoración positiva”, dice. “Me pasa cuando hablamos en mi familia y con mucha gente que apoya a Macri”.

¿Alguien de la familia de Echeverría votó a Macri? “En su momento, sí. Aunque me dijeron que después me votarían a mí, ja”, reconoce. “Trato de ponerme en el lugar del otro y no veo ninguna cosa positiva. Y mirá que fui muy crítica del kirchneris­mo. Pero de Macri…nada”.

Fresneda vivió los últimos dos años entre, según sus palabras, la angustia política y lo “alucinante” de haber sido papá por primera vez. “Sí, mi hijo nació bajo el gobierno de Macri”, responde. Pero también tuvo un aviso complicado de su cuerpo: “Hace poco tuve un problema de corazón, me pusieron un marcapasos”. Sí, también bajo Cambiemos.

El legislador es muy crítico de Macri, pero encuentra cosas positivas. A su manera. “Lo positivo es la franqueza con la que el Gobierno comunica las medidas que está tomando. ¿Por qué? Porque denota tanta torpeza, tanta improvisac­ión; denota que no saben gobernar y que el país para ellos es una empresa. Es positivo porque la gente lo está viendo”, dice.

Aunque luego, va más allá. “No me parece malo reconocer que, cuando las medidas que toman son reprochada­s socialment­e, retroceden. Sí, me parece una tremenda debilidad como gobierno. Pero no me parece negativo que lo hagan. Porque como Gobierno son frágiles, débiles. Porque dependen de Clarín y del Poder Judicial en muchas cosas. Cuando se resquebraj­e esa alianza van a quedar muy debilitado­s”, destaca.

Y un poco más allá: “(Marcos) Peña es bastante inteligent­e. Tiene una virtud: habla en un idioma que gran parte de la clase media entiende y acuerda. Más allá de mis diferencia­s, cuando hablo de lo comunicaci­onal tienen una capacidad de llegada en la que, quizá, nosotros nos equivocamo­s”.

Para finalizar, los Derechos Humanos: “Pensé que iban a incidir más negativame­nte sobre la estructura de los Derechos Humanos, pero no fue así”.

Almedio

Quizás, Gutiérrez sea el que más al medio está. Córdoba tiene una buena relación con el gobierno de Macri, pero desde Unión por Córdoba no han dejado de marcar diferencia­s.

Que lo diga Gutiérrez. “Hay cuestiones positivas, como dejar atrás políticas que le daban la espalda al mundo. Eso ha traído muy buenas consecuenc­ias, como volver al crédito”, dice. “Pero hay que bajar drásticame­nte la inflación, hay que plasmar medidas que permitan la reactivaci­ón de la economía, y generar trabajo genuino que revierta la cantidad de trabajador­es en negro”.

Y para Gutiérrez eso no está ocurriendo. “Todavía no se visualiza que esas intencione­s hayan encontrado una base sólida”, dice.

Aunque, con su tono formal, menciona que hay puntos de acercamien­to. “Córdoba ha encontrado una vuelta a relaciones institucio­nales correctas con la Nación. Eso es positivo”.

Oficialist­as

Baldassi envió un texto con su visión autocrític­a del Gobierno de Macri. Sin dejar de destacar la gestión nacional, encontró elementos para debatir.

“Si tuviera que hacerle alguna crítica al Gobierno sería la de la falta de control de algunas partidas del Fonavi, como las que se destinaron al programa Vida Digna, cuyo objetivo es extraordin­ario pero su implementa­ción –de parte del Gobierno provincial– se transformó en una triste manifestac­ión populista”, analiza. “Este es un tema que debería haberse seguido de cerca porque, por ejemplo, aún hay muchos cordobeses que esperan por una vivienda y cada peso malgastado atenta de manera directa contra la solución de esta problemáti­ca”.

Baldassi también habla de las pensiones por discapacid­ad. “La quita de algunos beneficios respecto a las pensiones en discapacid­ad (sin las verificaci­ones correspond­ientes) constituye­ron un error importante que el mismo Gobierno reconoció y subsanó”, agregó.

Y una más: las tarifas. “Quizá, también, el método de aplicación del reacomodam­iento de tarifas sobre la matriz energética (pulverizad­a por el kirchneris­mo) constituyó un error de forma, pero no de fondo, que después de su anuncio fue rectificad­o”.

Pero aclara: “La Nación hizo mucho por los cordobeses y lo seguirá haciendo. Los errores son consecuenc­ia de ello”.

De Loredo fue más escueto. Hizo foco en los comienzos, cuando llegaron al Gobierno. “Como crítica, haber subestimad­o el deterioro con el que encontramo­s el Estado cuando asumimos, lo que hizo que se demoraran algunos de nuestros objetivos iniciales”, dice, también en un escrito en el que destaca que “hace dos años que este Gobierno tiene iniciativa política para afrontar los problemas en busca de soluciones, tal es así que en todos los rubros se iniciaron reformas y se lograron avances”. Marcelo Massa Director de teatro Alejandro Allub Directorde­lHospitald­eNiños

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 ??  ?? Macri empezó mal, con errores políticos “impropios” de Cambiemos, aumento de la inflación y suba de la pobreza. Aunque algunos opositores auguraban el final anticipado que le llega a todo gobierno no peronista, enderezó el rumbo y repuntó la economía. Entre el ajuste feroz de De la Rúa y el festival de emisión kirchneris­ta, Macri se decidió por el gradualism­o permanente. Y lejos de su promesa de unir a los argentinos, optó por profundiza­r la grieta y polarizar con Cristina Fernández. Durán Barba simplificó la elección entre el pasado reciente o un futuro de esperanza. Y Macri obtuvo un triunfo contundent­e en las últimas legislativ­as. Fueron aciertos para llegar hasta acá. Pero esa etapa de comparació­n con el pasado terminó y ahora el desafío es lograr los resultados que su gobierno promete. La pobreza, la inflación, el déficit fiscal y comercial, el endeudamie­nto y el atraso cambiario son problemas recurrente­s. Y la responsabi­lidad de resolverlo­s es de Macri, no de CFK.
Macri empezó mal, con errores políticos “impropios” de Cambiemos, aumento de la inflación y suba de la pobreza. Aunque algunos opositores auguraban el final anticipado que le llega a todo gobierno no peronista, enderezó el rumbo y repuntó la economía. Entre el ajuste feroz de De la Rúa y el festival de emisión kirchneris­ta, Macri se decidió por el gradualism­o permanente. Y lejos de su promesa de unir a los argentinos, optó por profundiza­r la grieta y polarizar con Cristina Fernández. Durán Barba simplificó la elección entre el pasado reciente o un futuro de esperanza. Y Macri obtuvo un triunfo contundent­e en las últimas legislativ­as. Fueron aciertos para llegar hasta acá. Pero esa etapa de comparació­n con el pasado terminó y ahora el desafío es lograr los resultados que su gobierno promete. La pobreza, la inflación, el déficit fiscal y comercial, el endeudamie­nto y el atraso cambiario son problemas recurrente­s. Y la responsabi­lidad de resolverlo­s es de Macri, no de CFK.
 ??  ?? El gobierno de Macri “no defraudó”. Realizó una política propia de un neoliberal­ismo desregulad­or, aperturist­a, anti-industrial­ista y socialment­e regresivo, con una política exterior de “integració­n al mundo” (entiéndase mundo financiero capitalist­a). Hoy, tengo una sensación de En los ‘90 pasó lo mismo: mientras una alta porción de la sociedad se empobrecía, otra seguía consumiend­o pizza y champán... hasta que le tocaron los ahorros. Pero ya era tarde. Creo que hay que analizar cuáles son los motivos por los que altas porciones sociales, de todos los estratos, lo votan, antes que seguir enfrentand­o de manera maniquea a este Gobierno elegido democrátic­amente por una mayoría social que se siente bien con “estamos mal pero vamos bien”. Hay una concepción individual­izante en la sociedad: sálvese el que pueda y los que no pueden es porque no se esfuerzan. La pregunta es: ¿qué haré cuando toquen a mi puerta?
El gobierno de Macri “no defraudó”. Realizó una política propia de un neoliberal­ismo desregulad­or, aperturist­a, anti-industrial­ista y socialment­e regresivo, con una política exterior de “integració­n al mundo” (entiéndase mundo financiero capitalist­a). Hoy, tengo una sensación de En los ‘90 pasó lo mismo: mientras una alta porción de la sociedad se empobrecía, otra seguía consumiend­o pizza y champán... hasta que le tocaron los ahorros. Pero ya era tarde. Creo que hay que analizar cuáles son los motivos por los que altas porciones sociales, de todos los estratos, lo votan, antes que seguir enfrentand­o de manera maniquea a este Gobierno elegido democrátic­amente por una mayoría social que se siente bien con “estamos mal pero vamos bien”. Hay una concepción individual­izante en la sociedad: sálvese el que pueda y los que no pueden es porque no se esfuerzan. La pregunta es: ¿qué haré cuando toquen a mi puerta?
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La alternanci­a de signo político es una de las cosas positivas que veo. En cuanto a este Gobierno, se están haciendo cambios. Quizás me hubiese gustado que sea más gradual el tema de los ajustes, pero es una etapa que iba a suceder. Si bien aumentan las tarifas y nadie está de acuerdo; por otro lado, disminuyen los subsidios. El Estado no puede hacerse cargo de todo. Hay cosas para corregir, como seguir bajando la inflación. Cualquiera de los dos que ganara, Scioli o Macri, iba a tener que hacer lo que se está haciendo. Después del gobierno anterior, el ajuste era inevitable.

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