La Voz del Interior

El maratonist­a que corre para juntar juguetes

Nicolás Navarro unió los 135 kilómetros entre Jesús María y Villa de María de Río Seco. Le llevó tres días. Fue su séptima vez y lo hizo por un fin solidario.

- Claudio Minoldo Correspons­alía

JESÚS MARÍA. Nicolás Navarro corrió una maratón por día entre el viernes y el domingo pasados, y unió las ciudades de Jesús María y Villa de María de Río Seco. Fueron casi tres maratones: unos 135 kilómetros recorrió este joven de 33 años con un doble propósito: regalar juguetes a los más pequeños y generar conciencia sobre la necesidad de realizar actividad física.

No fue su primera aventura soli- daria. Ya emprendió otros siete desafíos en los que, siempre, hubo algunas familias, parajes o comunidade­s vulnerable­s del norte cordobés a la espera de donaciones, que suelen consistir en vestimenta, alimentos, útiles escolares o juguetes. Cuando concluyó la del año pasado, por ejemplo, 500 niños lo esperaban en Villa de María de Río Seco, de donde Nicolás es oriundo, para recibir un juguete.

“Simbólicam­ente, vendo los kilómetros que recorro y con el dinero que obtengo compro juguetes. En paralelo, junto ropa y alimentos que son destinados a personas con muchas necesidade­s. La gente sabe que todo lo que se dona termina en familias que realmente lo necesitan”, manifestó el joven sobre su forma de trabajo que, en esta oportunida­d, tuvo el apoyo de la Sociedad Rural de Jesús María.

Todo comenzó cuando Navarro estudiaba el Profesorad­o de Educación Física en Córdoba. Al regresar a su pueblo se dio cuenta de que había crecido mucho el consumo de alcohol y de drogas entre los jóvenes y decidió “hacer algo” que despertara conciencia. Eso, sumado a las históricas tasas de desempleo y pobreza que abarcan a gran parte del norte provincial generaron el resto.

¿Cómo resiste unir semejante cantidad de kilómetros? Él mismo lo explica: “Cuando hay un fin solidario, uno hace un esfuerzo extra y pone un poco de todos lados porque es algo que se hace con el corazón”. Además, cuenta con “aliados” que lo van acompañand­o en bicicleta o corriendo a la par algunos kilómetros, con lo que suma aliento.

Cuando llega la última “bajada”, de unos siete kilómetros antes de llegar a la plaza de Villa de María, sabe que el desafío está por concluir: “Cuando llego ahí, se me empieza a poner la piel de gallina y se me caen algunas lágrimas, porque detrás del desafío hubo un sacrificio muy grande”, comenta.

Su próxima meta, para 2018, será una maratón de 175 kilómetros a 4.500 metros de altura, en Machu Picchu (Perú) y también con un fin solidario: la construcci­ón de un polideport­ivo para la escuela rural de Gutemberg.

 ?? (LA VOZ) ?? En la ruta. “Nico”, en un alto de las carreras que disputó el fin de semana, sudando y ayudando.
(LA VOZ) En la ruta. “Nico”, en un alto de las carreras que disputó el fin de semana, sudando y ayudando.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina