Batalla final para el acuerdo Mercosur-UE
Los países de Sudamérica pelean por “cupos y plazos”. Es un mercado de 500 millones de personas.
BUENOS AIRES. El Mercosur se lanzó ayer a la batalla final para alcanzar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, un mercado de 500 millones de personas de poder adquisitivo medioalto, al que irán productos argentinos con aranceles que bajarán de forma gradual.
Los ministros de Economía y responsables de Comercio de los países sudamericanos avanzaron en Buenos Aires sobre la oferta final para ser entregada a Cecilia Malmström, la comisaría de Comercio en la Comisión Europea que visita la Argentina por la cumbre de la OMC.
El ministro de la Producción, Francisco Cabrera, dijo en rueda de prensa que las negociaciones están “dentro de lo esperado, ya ingresando en los detalles finales”, por lo que el Gobierno de Mauricio Macri es “optimista sobre tener pronto un acuerdo”.
El jefe de Producción habló con la prensa en el Centro Cultural Kirchner, en un Foro de Negocios que se llevaba adelante por primera vez en el marco de la 11ª Cumbre de la Organización de las Naciones Unidas.
Cabrera negó que la Unión Europea “esté reticente” a abrir su mercado a los productos agrícolas y derivados y aclaró que la negociación de última hora “está puesta sobre los cupos y plazos”.
Diferencias
El comisario europeo de la Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, recriminó que la UE aceptó el ingreso de “cientos de miles de toneladas” al año de carne, etanol, azúcar y frutas cítricas, por lo que el Mercosur debería ahora autorizar la importación de los productos ofrecidos por Europa.
La dureza responde al fortísimo lobby que realizan sus cámaras empresarias. Por ejemplo, la Federación Europea de Vinos (EFOW en inglés) busca imponer cupos, plazos de intercambio y protección de las denominaciones de origen de los países productores vitivinícolas (Francia, España, Italia y Portugal).
“Estamos en detalles respecto de las mermeladas, galletitas, vinos”, dijo Cabrera y precisó que la discusión en torno a los productos vitivinícolas está sobre las “calidades” que podrán ingresar a uno y otro lado del Atlántico.
Una vez que se firme el acuerdo de libre comercio, la Argentina podrá exportarle productos a Europa sin pagar aranceles o con tasas bajas, pero el Viejo Continente también tendrá los puertos argentinos abiertos a manufacturas industriales.
El Gobierno argentino y sus pares de la región reconocen que el sector industrial, en cualquier rubro manufacturero, está mucho más desarrollado, avanzado y competitivo en Europa, por lo que quiere establecer plazos concretos con baja progresiva de aranceles para el ingreso de productos a Sudamérica.