Racing, en el camino del regreso
Racing de Nueva Italia jugará por el ascenso. Llegó al umbral del primero de una serie de objetivos que su historia le demanda desde hace muchos años. “Queremos irnos de este infierno. No aguantamos más”, dijeron varios jugadores apenas consumados los pases respectivos a semifinales y a finales del torneo Federal B, al que cayó hace cuatro años.
Lo cierto es que Racing cambió de receta y apostó a una formación con muchos valores propios y con un entrenador de la casa, como es Francisco Silva, después de años en los que llegaban de a 14 refuerzos y se iban otros tantos.
A ese último descenso, Racing cayó con cuatro campañas en las que ganó 44 de 144 partidos, cambió de DT 10 veces e hizo 69 incorporaciones. ¿Lo peor? Pelear por tres ascensos con 100 equipos. De ahí viene queriendo salir.
Ahora con Juan Pablo Rezzónico, Rodrigo López, más Diego Palleres, Alejandro Luna y Leonardo Rodríguez, por mencionar a algunos, la Academia retornó a una fórmula que, por caso, le permitió llegar desde la Liga Cordobesa hasta la B Nacional en 1999, con aquel inolvidable equipo de Juan Manuel Ramos y, como ahora, con jugadores surgidos en nuestro medio; por caso, el propio Rezzónico.
En este caso, el técnico Silva dejó de ser el bombero que aparecía para darle una mano a Racing. Le permitieron formar el plantel y le dio un estilo de juego prolijo y contundente, que le posibilitó establecer una relación de identificación con su gente.
¿Más? Es insoslayable que para tener una expresión futbolística organizada debió mejorar institucionalmente. Lo suficiente como para promover una política deportiva que dejara de estar impregnada por la urgencia de ascender antes de empezar un torneo. Racing tendrá elecciones el año que viene y, más allá de celebrar que los socios volverán a elegir sus autoridades, será la oportunidad para poder decir que se pudo aprender de los errores cometidos en el pasado, los que llevaron al club al borde del quebranto.
El Mundo Racing late al ritmo de las finales ante Central Norte. Si se da el ascenso, todos sus habitantes serán felices. Si el objetivo no se logra, habrá que pensar en capitalizar la base y reafirmar que la receta actual es la correcta.
LA ACADEMIA DE NUEVA ITALIA CAMBIÓ DE RECETA Y APOSTÓ A UNA FORMACIÓN CON VALORES PROPIOS Y A UN DT DE LA CASA.