De ajustes ajenos y desajustes propios
Juan Schiaretti es el peronista más cercano a Mauricio Macri y también es el referente de los otros gobernadores peronistas que prometen que el lunes próximo sí mandarán a “sus” diputados a votar la reforma previsional que apunta a morigerar los futuros aumentos de jubilados, pensionado y beneficiarios de la asignación universal por hijo. Se sabe que el objetivo de esa reforma es recortar aumentos previsionales porentre70milmillonesy100mil millones de pesos en 2018.
La Nación y las provincias ya acordaron otros destinos para buena parte de esos fondos. Obvio: aliviar las cuentas nacionales y provinciales. Por esta razón, 23 de los 24 gobernadores la respaldan, con Juan Schiaretti entre los primeros de la fila. Todos quieren más recursos.
No resulta difícil de entender. Hasta que se observa quiénes serán los que dejarán de recibir una parte de los aumentos. Si nos mantenemos dentro de los límites de la provincia de Córdoba, se trata de unas 900 mil personas: casi 584 mil jubilados y pensionados nacionales (con haberes promedio de 9.113 pesos), unos 100 mil beneficiarios de pensiones no contributivas (por discapacidad en su mayoría, con un promedio de 5.280 pesos) y algo más de 300 mil niños y adolescentes pobres, que reciben 1.412 pesos mensuales en concepto de asignación universal por hijo.
Aun asumiendo la gravedad del agujero fiscal que crece sin freno en el país, es al enfocar en esos 900 mil cordobeses cuando la controversia política y social se agiganta y cuando respaldar la reforma ya no resulta tan sencillo para los diputados cordobeses ni para el Gobierno de Córdoba.
Sobre todo, cuando se compara a esos jubilados sobre los que descansará el ajuste nacional con la situación de otros 101 mil cordobeses que también son jubilados, que también son parte de un sistema deficitario al que deben cubrir tanto la Nación como la Provincia y que en promedio ganan el triple que los pasivos nacionales: bienvenidos a la Caja de Jubilaciones de la Provincia de Córdoba.
Los nuestros
El haber promedio que la Provincia les paga a “sus” jubilados fue en noviembre de 28.161 pesos: 200 por ciento más que la media de los jubilados nacionales.
Los pasivos provinciales que en su vida activa fueron policías, maestros o administrativos tienen haberes –siempre se consignan datos oficiales promedio de noviembre último– que están entre los 20 mil y los 23 mil pesos.
Pero en esa misma Caja cobran haberes de más de 100 mil pesos los jueces y funcionarios del Poder Judicial; reciben jubilaciones que están por encima de los 57 mil pesos los empleados de Epec; los Pasivos afectados por la reforma previsional. municipales de la ciudad de Córdoba se llevan cada mes jubilaciones de casi 45 mil pesos, y quienes fueron empleados del Banco de Córdoba cobran una media de 39 mil pesos.
Como en la Anses, lo que aportan los activos tampoco alcanza en la Caja de Jubilaciones de Córdoba: el déficit –principal motivo de conflicto político con la Nación en los últimos 15 años– llega a casi siete mil millones de pesos.
Entre los acuerdos que Schiaretti y Macri cerraron en el marco de las negociaciones que incluyen la aprobación de la reforma previsional nacional, está el convenio bilateral que garantiza que Anses le girará a la Caja de Córdoba algo más de cuatro mil millones en 2018.
El resto de los cordobeses –incluidos los jubilados nacionales que sufrirán el recorte de los aumentos sobre sus magros haberes– aportarán, a través de impuestos, otros tres mil millones para que la Caja mantenga jubilaciones generosas para los empleados públicos.