La Voz del Interior

Tras una muerte, clausuran un geriátrico y detienen a su dueña

Una jubilada de 84 años habría sido aplastada por un ascensor que funcionaba dentro de la residencia ubicada en Río Tercero. La fiscal imputó a la propietari­a por homicidio culposo y ordenó una serie de peritajes para determinar cómo ocurrió el deceso.

- Mariela Martínez Correspons­alía

Los gritos desgarrado­res hicieron que el ascensor se detuviera. Luego, sobrevino el espanto, en la tarde del jueves, en el geriátrico Vida Plena, de Río Tercero, con la muerte de Cledy Orfelia Rocha (84). Poco después, la fiscal Andrea Heredia Hidalgo imputó de homicidio culposo a Olga Beatriz del Valle Fontanilla (49), dueña de la residencia donde se alojaban 24 abuelos. Y ordenó la detención con el fundamento de que “había riesgo procesal”.

Minutos antes, el Ministerio de Salud de la Provincia clausuraba la residencia. Los jubilados fueron reubicados en distintos centros.

Los primeros datos apuntaron a que dos empleadas bajaban en el ascensor desde el primer piso. Al mismo tiempo, Cledy, desde la planta baja, según se supone, abrió la puerta que debe tener traba de seguridad, posiblemen­te creyendo que ya estaba dentro del ascensor. No se percató de que el autoelevad­or venía bajando. Ahí comenzaron los gritos hasta que alguien lo detuvo, pero ya era tarde.

Algunos pesquisas comentaron que este ascensor no tiene un hueco, como suele ser habitual, sino que en planta baja está al mismo nivel del piso.

Así habría sido la mecánica del lamentable siniestro en la residencia para adultos mayores. Pese a todo, este geriátrico era unos de los mejores instalados respecto de la gran cantidad de residencia­s que funcionan en la ciudad, según apuntaron las fuentes.

Si bien los propietari­os prefiriero­n no dialogar con La Voz, uno se preguntó: “Si nos clausuraro­n teniendo casi todo en regla y un solo abuelo por habitación, ¿ahora van a clausurar los 75 geriátrico­s que hay en Río Tercero y que no están habilitado­s?”.

Una fuente aseguró que el geriátrico Vida Plena no estaba habilitado porque faltaba culminar con algunos trámites administra­tivos.

El titular de la delegación del Sindicato de la Sanidad, Sergio Cabrera, recordó que hay constancia­s de que ese gremio había intimado al geriátrico para que realizara controles en el ascensor, ya que hacía al menos un par de años nadie habría constatado si era seguro o no.

Además de la autopsia, la fiscal ordenó numerosas medidas para determinar el funcionami­ento del ascensor, que tenía una puerta tijera de hierro en el interior y placa de madera en el exterior.

Un dato cobra relevancia respecto de la posible responsabi­lidad de más involucrad­os. Es que varios testimonio­s, hasta de los propios empleados, habrían reconocido que el lamentable episodio sucedió alrededor de las 15.30 y recién habrían llamado a una empresa de emergencia médica dos horas después. Por eso, no se descartan más imputacion­es, según apuntaron las fuentes.

Una vez que llegó la fiscal, la mujer estaba tendida en la cama de su habitación.

Se cree que habría sido trasladada desde la zona del ascensor.

Cledy, de cuerpo menudo, habría sufrido de mal de Alzheimer. Los resultados de la autopsia se conocerán el lunes.

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