Los argentinos, lejos de la dieta ideal
Los argentinos consumimos 271 gramos de frutas y verduras por día, según un estudio del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) sobre la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) aconseja comer, como mínimo, 400 gramos. La recomendación de las Guías Alimentarias para la Población Argentina es de
700 gramos (300 de frutas y 400 de verduras)
Discriminados, estos 271 se reparten en 197 de verduras y 74 de frutas. De papa comemos más de
70 gramos.
El consumo insuficiente de frutas y verduras es uno de los 10 factores principales de riesgo de mortalidad. Si los argentinos comieran más de estos productos, se reducirían los índices de mortalidad por cardiopatías isquémicas, accidentes cerebrovasculares y cánceres gastrointestinales.
Las frutas y verduras aportan unos 60 micronutrientes esenciales para una vida sana, como vitaminas y minerales. También son una fuente sana de energía.
Algunas políticas para incentivar su consumo son la eliminación de impuestos y, por supuesto, la educación de los consumidores.
Cada año, 1.300 millones de toneladas de alimentos son desechados, es decir que un tercio de lo que se produce nunca llega a ser consumido. En Argentina, son 16 millones de toneladas anuales de alimentos que se pierden o se desperdician.
Estas cifras alcanzan a toda la cadena agroalimentaria, desde la producción primaria hasta lo que tiramos en nuestros hogares.
Es consecuencia de la manera como funcionan los sistemas alimentarios desde los puntos de vista técnico, cultural y económico. Realizan un uso extremadamente ineficiente de los recursos y generan impactos ambientales negativos debido al agua, a la tierra, a la energía y a otros recursos naturales utilizados para producir alimentos que nadie consume.
Por pérdida de alimentos se entiende la disminución de estos para consumo humano que se produce durante las etapas de