Leer, la receta australiana para mejorar el rendimiento escolar
El programa “Leer para aprender” utiliza la lectura y la escritura en la enseñanza de todas las materias de la currícula. Las investigaciones demuestran que se reduce la desigualdad entre quienes mejores resultados obtienen y quienes menos logros acredit
Mejorar el rendimiento escolar de los estudiantes más rezagados en escuelas primarias, secundarias y en instituciones universitarias es posible. Así lo asegura Claire Acevedo, una educadora australiana que desde hace más de 20 años lidera proyectos internacionales de investigación que posibilitan mejorar el rendimiento escolar de estudiantes con bajo rendimiento.
El programa Reading to Learn (Leer para aprender) consiste en una serie de estrategias diseñadas para incorporar habilidades de lectura y escritura en la enseñanza y aprendizaje del contenido de una asignatura. El método se ha aplicado con éxito en varios países del mundo (la mayoría son europeos, aunque también hay experiencias en Colombia y en Chile).
Según el seguimiento realizado a los alumnos que participan de la experiencia, los que presentan mayores dificultades en el aprendizaje al comenzar el programa son los que mejores resultados obtienen al concluirlo. Es decir que la brecha entre los que más saben y los que menos conocimientos tienen se reduce notablemente.
Claire Acevedo realiza investigaciones en el Centro de Investigación en Educación y Tecnología Educativa (Creet) de la Open University, en Londres, y su especialidad es el uso de la Lingüística Sistémico Funcional, a través de la Pedagogía del Género, de la Escuela de Sídney, para mejorar los resultados de la lectura y de la escritura de estudiantes con bajo rendimiento en todas las materias curriculares.
La investigadora estuvo en Córdoba, invitada por la Facultad de Lenguas de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), para disertar en el XIII Congreso de la Asociación de Lingüística SistémicoFuncional de América Latina (Alsfal). Además, dictó dos cursos sobre la pedagogía Leer para Aprender: uno en inglés, destinado a especialistas en el área de lingüística; y otro en español, dirigido a formadores de docentes de los Institutos de Educación Superior de Córdoba. En esta ocasión, conversó con La Voz.
Acevedo explica que la idea es
ES INTERACCIÓN. TIENE QUE HABER UNA OPORTUNIDAD EN LA QUE MAESTRO Y ALUMNO APRENDAN EN CONJUNTO.
EN AUSTRALIA, LLEGARON AL PUNTO DE QUE HASTA UN TERCIO DE LOS NIÑOS HABÍAN SIDO DERIVADOS AL PSICÓLOGO.
que en cada materia los profesores orienten a los alumnos sobre cómo leer y escribir textos según su disciplina académica. Se trata de comprender cómo está construido cada texto y cómo crea el contenido para esa área del conocimiento. “Cada área tiene su propia forma de expresarse”, sostiene Acevedo.
Para ello, los docentes toman textos que utilizan en su materia para desglosarlos junto con los estudiantes y descubrir su estructura. El primer paso es identificar el propósito con el que están escritos e identificar cómo se desenvuelve la información.
Es decir que el método se basa en que la lengua es el eje central de todas las asignaturas y que la única manera de comprender un texto es formando lectores competentes.
Todos pueden
“No estamos mirando una deficiencia individual porque pensamos que, a menos que haya problemas cerebrales, todos los niños pueden aprender a leer y a escribir. En Australia, llegaron al punto de que hasta un tercio de los niños estaba con una derivación al psicólogo o al educador especial, y eso no podía ser. Lo que sucedía es que los profes no tenían un repertorio de estrategias para enseñar a los niños. Los que ya sabían leer podían trabajar con ellos porque lo hacían por sí solos, pero no tenían estrategias para enseñar a leer y a escribir al mismo tiempo que enseñaban la materia”, explica