La Voz del Interior

Claves para entender el sorprenden­te triunfo del independen­tismo catalán

El manejo de la crisis que hizo Madrid generó una fuerte reacción adversa. A la luz de los resultados, pesó más que la situación en la que quedó toda esa región.

- Pablo Sanguinett­i

BARCELONA. Los mismos líderes independen­tistas que pusieron a Cataluña y a España al borde del abismo hace sólo dos meses repitieron este jueves su mayoría absoluta en las históricas elecciones convocadas precisamen­te para abrir un nuevo capítulo en la región.

¿Cómo se explica la victoria reincident­e de los soberanist­as?

Difícilmen­te por la herencia que dejó el traumático procès impulsado por Carles Puigdemont. El plan del destituido jefe del Gobierno catalán, gran candidato a presidir un nuevo Govern tras las elecciones, dejó un costoso balance social, político y económico en la rica región del nordeste de España.

Más de tres mil empresas abandonaro­n Cataluña desde el referéndum soberanist­a ilegal celebrado el 1º de octubre debido a la incertidum­bre en la región. El consumo y el turismo cayeron.

Y la propia sociedad catalana quedó rota ante la escalada de tensión entre partidario­s y detractore­s de la independen­cia. Cataluña se convirtió en la primera región que vio intervenid­a su autonomía por el Gobierno en Madrid después de que el Parlamento en Barcelona aprobó crear una república el 27 de octubre. Pero no contó con ningún reconocimi­ento internacio­nal y que ni siquiera defendió Puigdemont, huido dos días después a Bruselas.

Los propios independen­tistas reconocier­on el fracaso del proceso. “No estábamos preparados para dar continuida­d política de forma sólida a lo que hizo el pueblo de Cataluña el 1° de octubre”, admitió en noviembre la exconsejer­a Clara Ponsatì. Su par Santi Vila tachó de “sinsentido” las leyes aprobadas en septiembre para impulsar el plan.

Pero mientras buena parte de España interpreta­ba el fin del proceso y la autocrític­a independen­tista como un fracaso, en Cataluña la atención de muchos votantes, medios y partidos en campaña se orientó en otra dirección: la de convertir la respuesta del Estado y de la Justicia en pruebas de su supuesta animadvers­ión contra Cataluña.

“Han logrado un efecto contrario al que buscaban. Gente que no era tan independen­tista se movilizó”, explicó Anna Erra, candidata de la plataforma Junts per Catalunya de Puigdemont y alcaldesa de Vic, una de las ciudades con mayor voto soberanist­a de Cataluña. “Hay un sentimient­o de maltrato, impotencia, imposición”.

La intervenci­ón de la autonomía catalana con el artículo 155 de la Constituci­ón, la destitució­n del Govern, la querella por sedición, rebelión y malversaci­ón contra sus miembros, la detención de algunos de ellos y de los líderes de las dos principale­s entidades civiles independen­tistas permitiero­n a los soberanist­as denunciar una supuesta “represión” en lugar de discutir la herencia de su plan.

Los mensajes que piden por la libertad de los “presos políticos” inundaron calles, plazas, manifestac­iones y redes sociales. La apelación a la “democracia” frente a una España “autoritari­a” devolvió al independen­tismo la épica y el poder aglutinant­e que parecía haber perdido al irse desmoronan­do a fines de octubre.

“Es una elección entre democracia y 155”, resumió Puigdemont en su inusual campaña desde Bruselas. En ese contexto, la nueva etapa abierta tras los comicios podría forzar a Rajoy a intentar una mayor empatía con Cataluña o abrirse al diálogo. Hasta ahora, no mostró intención de hacerlo, y Puigdemont podría ser detenido si vuelve a España.

Sería un nuevo golpe de imagen para Madrid que el independen­tismo seguiría capitaliza­ndo. Pese a la derrota, Rajoy marca límites para buscar acuerdos.

“El Gobierno de España quiere ofrecer toda su colaboraci­ón y toda su mejor voluntad de diálogo constructi­vo, abierto y realista, siempre dentro de la ley”, sostuvo Rajoy (foto) en una rueda de prensa en el palacio presidenci­al de La Moncloa, en Madrid. El destituido presidente del Gobierno de Cataluña, Carles Puigdemont, pidió desde Bruselas una reunión fuera de España para negociar sobre la situación tras la crisis abierta por el desafío independen­tista.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina