“Trato de no pensar en eso”
Lucas Olaza es el jugador de la “T” más pretendido. Admite que Atalanta hizo una oferta y que el club la rechazó.
El lateral izquierdo Lucas Olaza (23) descansa estos días, acompañado por parte de su familia, en una casa del balneario de Atlántida, uno de los más atractivos de Canelones, en su Uruguay natal. En ese lugar, y al borde de una pileta, atendió ayer el llamado de Mundo D, para hablar de su inmejorable presente en Talleres, que lo ha llevado a estar en la mira de Boca Juniors, Atalanta de Italia, Sporting de Lisboa y otros clubes.
La está pasando muy bien junto a sus padres Helen y René, su abuela Nancy y sus primos Camila y Germán. Son su cable a tierra, quienes le permiten desenfocarse del mar de rumores en el que está inmerso su apellido, en virtud del gran semestre que hizo en la “T”.
“Trato de que todo esto no me afecte en lo psicológico. Que te digan que te quiere Boca, Atalan- ta, Sporting ... para el jugador es muy complicado cuando se hablan esas cosas, pero yo trato de vivir el presente y trabajar duro en Talleres para continuar mejorando. Trato de que lo exterior no me trabaje mucho la cabeza”, comentó cuando se le preguntó al respecto.
–¿Cuánto hay de cierto y cuánto de “humo” respecto de todas esas supuesta ofertas?
–Hablé mucho con mi representante (el uruguayo Pablo Rivero) porque le han llegado varias propuestas formales, pero en Talleres no las aceptaron. Del Sporting no sé si hubo una oferta formal, pero sí del Atalanta, y el club la rechazó. Uno no puede cerrar ninguna posibilidad, en el fútbol nunca se sabe qué puede aparecer. Trato de estar tranquilo. En Talleres soy muy feliz, también en Córdoba. Si las propuestas no le cierran al club, no hay que desesperarse. No tengo ningún apuro por ahora. Me trataron de una manera inmejorable desde que llegué. Y ahora más, por cómo se me fueron dando las cosas en lo personal. Lo de Talleres es muy importante en mi carrera profesional. Y tengo mucho por crecer todavía en la institución.
–¿Ahora te dicen “el Bombardero de Barrio Jardín” en vez del “Bombardero del Prado?
–(se ríe) ¿Vos sabés que ya hay gente que me lo dijo? Me enorgullece que los hinchas me hayan adoptado así, el afecto que me dan. Es un club bárbaro, una gente bárbara. Yo no tenía idea de la magnitud que tiene el Mundo Talleres.
–No debe haber sido fácil para vos venir del fútbol uruguayo, adaptarse al argentino y que en tan poco tiempo tu nombre esté en boca de todos.
–Seguro. El fútbol argentino se juega de otra manera. Pero para mí es muy importante que Talleres tenga la posibilidad de clasificar a una copa internacional. Es un objetivo que nos moviliza mucho. La gente está muy expectante. Venimos muy bien. Todavía queda mucho por jugar, pero estamos muy bien encaminados. Terminar cuartos entre los 28 mejores equipos argentinos no es poco.
–¿En cuanto influyó Andrés Fassi para que pudieras venir? No fue una operación fácil.
–Me acuerdo de que estaba de vacaciones y estaba negociando con mi representante. Me llamó y me puso al habla con Fassi. Fue increíble todo lo que dijo para convencerme. No es frecuente que pase eso. Tuvo una gran influencia, sabía todo de mi carrera. Yo estaba expectante porque podía venir otro gran jugador uruguayo y muy amigo mío, que es Fernando Gorriarán, que ahora está en el Ferencvaros (Hungría). En ese momento lo querían traer.
–¿Aprendiste mucho de Frank Kudelka este semestre?
–Es un entrenador muy exigente, que siempre quiere y propone más. Nos hizo entender que al arco del frente hay que buscarlo siempre, cualquiera sea la cancha y el rival de turno. Me enseñó a triangular, porque a los laterales nos da mucha libertad.