La Provincia suma más planes a la medición de la pobreza
Buscará medir cuánto aportan a su reducción otros programas sociales. El próximo monitoreo llegará también a Río Cuarto, a San Francisco y a Villa María.
La Provincia terminó el relevamiento de la segunda ola del Monitoreo de Condiciones de Vida, el que da el dato propio de pobres e indigentes con el impacto de los programas sociales.
El nuevo número se conocerá a fines de febrero o primeros días de marzo y tendrá como novedad que se tomarán en consideración otros programas sociales no monetarios (traducidos a dinero), que podrían reducir aún más el número y ampliar la brecha con el dato que informa cada seis meses el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
El Monitoreo incorporará cruces de información de bases de datos de Salud y Educación que se sumarán al insumo que brindará la encuesta, bautizada “de bienestar”, y que relevará los datos del primer semestre de este año, en su tercera ola, también en Río Cuarto, San Francisco y Villa María.
El director de Estadísticas y Censos de la Provincia, Héctor Conti, explicó que uno de los cambios que se introdujeron en la segunda ola –correspondiente al segundo semestre del año pasado– es que se incorporará la posibilidad de contestar otros a la consulta por los planes sociales y que en base a lo que surja, en cada caso, el equipo decidirá “si es pertinente valorizar el beneficio”.
El primer Monitoreo reveló que si se consideraba el impacto de los planes sociales no monetarios de la Provincia en los ingresos de los hogares del Gran Córdoba, 40 mil personas dejaban de ser indigentes y 13 mil personas dejaban de ser pobres.
A nivel general, el porcentaje de indigentes en el Gran Córdoba era en el primer semestre de 2017 de 6,2 por ciento (100 mil personas), y con la consideración de los planes sociales no monetarios, 3,8 por ciento, o sea 2,4 puntos porcentuales menos (40 mil personas).
Con respecto a la pobreza, el número global daba un 30,3 por ciento (490 mil personas, incluidos los indigentes), siendo el impacto de los planes no monetarios de 0,7 puntos porcentuales menos, lo que ubica el porcentaje final en 29,6 por ciento (477 mil personas) reduciendo variación en un 2,3 por ciento y permitiendo a 13 mil personas dejar de ser pobres.
En la primera medición se consideraron los planes sociales no monetarios alimentarios (como el Paicor), de transporte (como el Boleto Educativo Gratuito) y tarifa social (de energía o eximición de impuestos).
La Asignación Universal por Hijo, al ser un ingreso monetario, se considera, tanto en el estudio del Indec como en el Monitoreo. Pero a partir de las nuevas mediciones provinciales podrían incorporarse otros beneficios nacionales, no sólo los administrados por la Provincia.
Para la próxima ola se harán 1.300 casos en Capital, 500 en Villa María y San Francisco, y otros 900 en Río Cuarto. En estos momentos, los encuestadores de la provincia comenzaron a verificar las viviendas y los radios censales que formarán parte del estudio.
El Monitoreo fue la respuesta político-técnica de la gestión Schiaretti a la medición del Indec del segundo semestre de 2016 que dio que el 40,5 por ciento de los habitantes del Gran Córdoba eran pobres. Este dato se redujo 10,5 puntos porcentuales en la medición correspondiente al semestre posterior.
Con la incorporación de la medición de impacto de planes y programas sociales, la Provincia buscó, en un primer momento, mitigar el número de pobres por ingresos, que es el que informa el Indec. Pero también tener un instrumento que dé cuenta del impacto y alcance real de su inversión social.
En el primer monitoreo se destacó que el 94 por ciento de los indigentes y el 85 por ciento de las personas en situación de pobreza eran beneficiarios de al menos un plan de la Provincia.
El año pasado, eran 67 los programas sociales administrados por la Provincia.