Víctima del espanto en Villa El Libertador
La mujer, de 53 años, fue atacada con una maza. Está grave. La agredió su pareja, 21 años mayor, quien luego se quitó la vida.
María del Valle fue atacada a mazazos por su pareja, en su domicilio de Villa El Libertador. Luego el hombre se quitó la vida. La mujer quedó con el rostro deformado por los golpes y está internada en el hospital Príncipe de Asturias.
“Ella se quería ir de esa casa. Estaba cansada. Pero, él no quería saber nada. Le había dicho que la iba a matar si lo hacía”, cuenta la vecina de ojos azules, en la vereda, bajo el alero de una casa, refugiándose del sol.
“Era gente muy buena. El hombre era muy atento, ella también. Siempre le comprábamos comida. Tenían el negocio desde hace mucho. No podemos creer lo que pasó”, dice otra vecina y sus ojos se humedecen.
“En principio, no había denuncias previas de violencia de género. Por ahora, nadie ha referido eso”, afirma a pocos metros la fiscal, con rostro adusto.
“Llegamos por un llamado al 101. Los vecinos creían que se trataba de un robo. Y cuando llegamos, nos encontramos con este cuadro”, explica el comisario, manos en la cintura, debajo de un árbol.
“Entró una ‘info’ de que ella quería abandonarlo, se quería separar, cansada por algo, y el tipo se volvió loco”, comenta, a su vez, una funcionaria judicial.
Falta poco para el mediodía y la cuadra es un hervidero. Hace pocas horas que un comerciante tomó una maza de herrería y golpeó a su compañera hasta creerla muerta. Luego, se ahorcó en la misma habitación. Con un hilo de vida, María del Valle C., 54 años, madre de dos hijos, fue llevada a un hospital, donde quedó internada en estado crítico.
El drama, uno más de violencia de género en Córdoba, se registró ayer a primera hora de la mañana en una vivienda de calle Congreso al 500, en el ingreso al barrio Villa El Libertador, de Córdoba Capital. Allí residían solos Isidro Casas (73) y María del Valle. Vecinos dirían luego que ambos convivían desde hacía unos 20 años, luego de que ella enviudara. Y desde hacía largo tiempo trabajaban en una carnicería al lado del domicilio.
Precisamente, ayer a las 9, llegó al negocio un hijo de María del Valle. El muchacho se había quedado dormido y llegaba tarde a trabajar.
El local permanecía cerrado y desde el interior no se escuchaba ningún sonido. Preocupado, comenzó a golpear la puerta, pero nadie le respondió. Los golpes duraron varios minutos. Luego, intentó llamar por teléfono, pero nadie lo atendió.
Ya desesperado, empezó a golpear una ventana que da a la calle hasta romperla. Allí fue cuando vio a su madre, sobre la cama, inerte. Comenzó a golpear la puerta de calle, alguien pensó que el muchacho intentaba entrar a robar a la casa y llamó al 101 de la Policía.
Cuando la primera patrulla arribó al lugar, desde el interior del hogar, el joven no paraba de gritar.
María del Valle tenía el rostro deformado por golpes con una maza, arrojada sobre el suelo. En un costado de la pieza, yacía el cadáver de Isidro Casas, su pareja 21 años mayor. Se había ahorcado con un cable.
“Todo indica que el hombre la atacó a la mañana y, creyéndola muerta, se ahorcó. A priori es una tentativa de femicidio calificada. No hubo un tercero en el hecho”, explicó a La Voz la fiscal Bettina Croppi, del fuero de violencia familiar. “No tenemos por ahora registros de denuncias previas”, añadió. La víctima fue llevada al Hospital Príncipe Asturias, pero, dada su gravedad, terminó siendo derivada al Hospital de Urgencias, donde quedó internada en grave estado. Sufrió serios traumatismos en el cráneo. Su pronóstico es reservado. “Su estado era crítico. Sufrió gravísimos traumatismos en rostro y cráneo”, explicó Hugo Moreno, director del Príncipe de Asturias.