La Voz del Interior

Complicado por el ADN, el acusado de violador serial cerca de ir a juicio

Castañares está señalado de abusar de cinco mujeres. Vivía en La Calera y fue atrapado en 2017.

- Tomás Vázquez tvazquez@lavozdelin­terior.com.ar

El supuesto violador serial de La Calera, Leandro Castañares (32), pasó las Fiestas de fin de año detenido en la cárcel de Bouwer, casi con la certeza de que su causa iba a ser elevada a juicio antes de la feria judicial de enero. Sin embargo, la resolución se postergó y se concretarí­a en febrero, cuando Tribunales II retorne a su ritmo habitual.

Castañares está detenido por al menos cinco denuncias de abusos que se habrían producido entre julio y diciembre de 2016 en la Capital cordobesa y en Calera.

A la mayoría de las jóvenes las había contactado vía Facebook con falsas ofertas laborales.

Así lograba concertar una cita con ellas, momento en el que las sometía sexualment­e.

Antes de terminar el año, la fiscal especialis­ta en delitos sexuales Ingrid Vago recibió los resultados de las muestras de ADN que había encargado, aunque, ante la necesidad de aclarar algunas cuestiones técnicas, recién en febrero tomará testimonio a la titular del laboratori­o de genética de la Policía Judicial de Córdoba, Nidia Modesti.

Junto con los peritajes de ADN, las otras pruebas que mantienen a Castañares en prisión son los reconocimi­entos que hicieron las víctimas. Además, está un vecino del sospechoso que, incluso, logró ayudar a una de las víctimas poco después de haber sido abusada en la ciudad de La Calera.

Por otro lado, existe un registro de una cámara de seguridad en la que se ve a Castañares saliendo de un edificio de la Capital, luego de supuestame­nte haber cometido otro ataque.

El 5 de febrero de 2017, La Voz informó sobre la aparición de un nuevo violador serial en la provincia y que había sido denunciado por al menos cinco mujeres de la Capital y La Calera.

Cuatro de las víctimas habían sido contactada­s por Facebook con ofertas laborales, y aseguraban que habían sido abusadas luego de un engaño.

Los casos se habían registrado uno a fines de julio de 2016, otro a comienzos de septiembre y los tres últimos entre el 1° y el 21 diciembre de aquel año.

Relato del espanto

“En la mano tenía un destornill­ador; forcejeamo­s pero me ganó, mientras yo gritaba para que me escuchara algún vecino. Cuando me miró, sentí que no venía a robarme; no me pidas que te explique cómo lo supe, pero me di cuenta de que me iba a violar. En mi vida vi unos ojos así, como si hubiera un demonio. Me oriné encima del miedo que me dio”, supo contarle a La Voz una de las víctimas.

El caso sucedió en Capital. Según fuentes de la investigac­ión, al salir del departamen­to de esa joven, Castañares miró de frente a una cámara y quiso correrla, pero quedó registrado.

Leandro Castañares también quedó comprometi­do por un vecino suyo de La Calera.

Gabriel Ramos, que vivía casi al frente de la casa del sospechoso, también lo reconoció.

Sucedió el 18 de diciembre de 2016. Sus hijas, que estaban en el jardín delantero del hogar, vieron llegar a una joven desnuda que lloraba y decía haber sido víctima del violador. Según el testimonio de Gabriel, cuando salió a ver qué sucedía, del otro lado de las rejas se encontraba Castañares, también desnudo.

Fue este vecino quien además denunció complicida­d policial, ya que mencionó que un agente intimó a la joven para que no realizara la denuncia.

“Ya hablé con ‘el Leo’; no lo va a hacer más. Ya le cayó la ficha, ya lo entendió. No te conviene denun- ciar porque, si no, vas a salir a las 9 de la mañana porque tenés que ir a sanidad policial y otras cosas”, le habría dicho un policía a la joven cuando fue a hacer la denuncia.

“Vamos a demostrar que existieron abusos sexuales por parte de esta persona. En el caso particular de mi defendida no llegó al acceso carnal, pero vamos a pedir en base a todo el expediente”, explicó Benjamín Sonzini Astudillo, abogado de la última víctima.

“Pretendemo­s ayudar a la causa entera, si bien no tengo ninguna duda de que la Justicia va a hacer un gran trabajo. Y, cuando se comprueben los abusos, que se le dé una pena acorde, que puede rondar en los 20 años”, añadió.

Policías investigad­os

Además, hay tres policías investigad­os por supuesta complicida­d con el agresor.

El cabo primero Diego Osvaldo Bustos, que trabajaba en la comisaría de La Calera, fue imputado por el presunto delito de encubrimie­nto doblemente calificado y detenido en febrero, aunque al poco tiempo quedó en libertad.

Castañares fue detenido el 7 de febrero pasado –estaba prófugo desde diciembre de 2016– luego de que un informante acercara al secretario de Seguridad de la Provincia, Diego Hak, una pista que lo ubicaba en la zona de Del Viso, en Buenos Aires.

Según fuentes de la investigac­ión, esperaban atrapar al sospechoso en abril, cuando tuviera que volver a reencontra­rse con su pareja para el nacimiento de su tercer hijo. Sin embargo, la comunicaci­ón entre ambos se habría cortado por completo al conocerse que había un violador serial.

De ser condenado, el acusado recibiría una severa condena.

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Imputado. Castañares se enfrenta a una posible condena severa.

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