Los científicos le van a arruinar las vacaciones
Relajarse y ser feliz. Las vacaciones son un momento muy esperado del año y está lleno de mitos sobre cómo disfrutarlas más. Pero muchas decisiones que tomamos van a contramano de lo que dice la ciencia.
El deseo de todos es tomarse vacaciones de muchos días. Algunos sueñan con meses o toda una vida. Pero la ciencia estipuló que el descanso perfecto debe durar sólo ocho días.
En 2013, científicos holandeses estudiaron la salud y el bienestar de diferentes grupos de turistas según la duración del descanso. Encontraron que la salud y el bienestar aumentaron rápidamente durante las vacaciones y alcanzaron el pico máximo al octavo día. Según el trabajo, tomarse más días de vacaciones no implicaría una mejora mayor de nuestro estado de ánimo.
A algunos les gusta improvisar porque está la idea de que las cosas no planeadas se disfrutan más. No siempre es así. Las experiencias nos dan más felicidad si pueden programarse con tiempo. Varios estudios psicológicos dicen que la anticipación del placer a veces se disfruta más que el mismo momento del placer.
El cerebro funciona de esa manera. La economía doméstica, al revés. Compramos nuestras vacaciones sobre la fecha y las pagamos en cuotas que se extenderán hasta un año después. Angustia asegurada en 12 cuotas.
Si definió el lugar de vacaciones por la sugerencia de un amigo (o de una publicidad), quizá tomó una mala decisión. Ocurre que los humanos somos muy malos prediciendo nuestra propia felicidad, por eso nos anclamos en la vivida por terceros (o promocionada por la tele). Pensamos que a nosotros nos va a ir igual, pero no siempre es así.
“Antes de tomar una decisión importante, valdría la pena pensar en su personalidad y en cómo reacciona habitualmente. Piensa planificar unas vacaciones. Si tiene una tendencia a ser feliz, es probable que no necesite gastar mucho dinero y esfuerzo para encontrar la ubicación perfecta porque de todos modos estará satisfecho. Por el contrario, si tiene una disposición menos feliz, debería planificar cuidadosamente cada detalle del viaje”, aconseja Jordi Quoidbach, investigador belga, quien en 2011 publicó un estudio sobre por qué predecimos mal nuestra felicidad.
El psicólogo insiste en que para programar nuestra felicidad futura hay que pensar más en cómo somos nosotros, en nuestra personalidad, que en el acontecimiento en sí.
Gestionar el tiempo libre
Frase habitual de un turista: “Una vez que lleguemos al lugar, vemos qué hacemos”. Frente a una rutina laboral y familiar programada durante casi todo el año, las personas en modo turista prefieren improvisar. Otro error, según la ciencia.
Gestionar el tiempo libre nos permite disfrutar más que si lo dejamos a la buena de Dios. A su vez, programar muchas actividades con algo de diversión da más felicidad que si solamente llevamos a cabo una sola de mucha intensidad.
Más aún, hay que dejarse lo más divertido para el final. No programe el paseo en la banana, las clases de surf y el buceo al inicio de las vacaciones, para pasarse los últimos días echado 12 horas en la playa sin hacer nada (en parte porque se quedó sin plata).
Ocurre que nuestro cerebro recuerda mejor lo que ocurre al final de un acontecimiento.
Resumiendo: vacaciones cortas, planeadas con tiempo, no decididas por la publicidad, con un esquema de actividades diarias y con lo mejor para el final. ¿Se parece en algo a sus vacaciones?
ALGUNOS SUEÑAN CON MESES DE VACACIONES. LA CIENCIA DETERMINÓ QUE EL DESCANSO PERFECTO DEBE DURAR SÓLO OCHO DÍAS.