Qué pasa con las acciones, las ON y los fideicomisos

Todas las inversiones financieras quedaron alcanzadas con el nuevo impuesto a la renta financiera, con excepción de las acciones de empresas que coticen en Argentina. Las de empresas extranjeras ya estaban alcanzadas con el 15 por ciento, al igual que las que no tienen cotización pública, que tributan el 15 por ciento desde el año 2013.

Si un accionista vende su parte a otro, pagaba el 15 por ciento y hoy sigue con el mismo gravamen. Si el accionista distribuye dividendos de utilidades, se grava con siete por ciento desde 2018 y 13 por ciento desde 2019. Pero si en vez de distribuir, se reinvierten esas utilidades, la alícuota de Ganancias baja del 35 al 30 por ciento durante tres años y al 25 por ciento al cuarto.

“Lo que observamos es que se está alentando la inversión y castigando a la renta pasiva, al rentista”, dice Dina Castillo, del estudio Castillo y Asociados.

Partida doble

“Toda reforma tiene una partida doble, como se subsidia al que reinvierte, hay que encontrar los fondos en otra contrapartida; con esto, se pone a tono en Ganancias con otros países, el promedio del Mercosur es del 27 por ciento; en Estados Unidos, 21, y en la Ocde, 25”, completa Castillo.

Las Obligaciones Negociabes (ON) también estaban exentas y ahora pagarán el cinco por ciento en pesos sin cláusula de ajuste y 15 por ciento en dólares.

Los Fondos Fiduciarios Financieros inscriptos en la Comisión Nacional de Valores pagarán 15 por ciento en concepto de ganancia de capital (por ejemplo, si compró participación al 10 y la vende al 30, pagará 15 sobre 20) y cinco por ciento sobre el dividendo. Si no está inscripto en la Comisión Nacional de Valores, paga 15 por ciento sobre el capital y 15 por ciento sobre le renta.

En cuanto a los bonos, se gravará la diferencia de cotización, que ya tiene implícito el cobro de interés.