El caso del Surrbac en Córdoba
obligado a generar espacios de debate para dar respuestas a una preocupación real de la sociedad.
El problema se encuentra en la organización interna, con estatutos organizativos que afectan a la libertad sindical de los asociados y los procesos democráticos internos. La falta de alternancia anula la utilidad de los canales internos de elección.
Los principales déficits se centran en las condiciones impeditivas para el acceso a los cargos dirigenciales por los propios afiliados y la ausencia de mecanismos de representación proporcional. Así, las minorías no logran nunca revertir la situación interna y se reproduce el empoderamiento de los personalismos.
El Estado debe ser respetuoso de la libertad sindical; pero ello no debe escudar vicios de gravedad como los hechos de corrupción, ya que somos garantes del ejercicio del Estado de derecho.
Desde hace tiempo planteamos la idea de la alternancia, promover el diálogo y visibilizar la problemática; y que a partir de ahí sean las propias organizaciones quienes recepten este reclamo y modifiquen sus prácticas.
Un poderío gremial y económico en alza, un personalismo extremo, una injerencia también creciente en las empresas municipales vinculadas a la basura y la sospecha de que otras empresas propias –manejadas por testaferros o familiares– hacen negocios con esas firmas del municipio.
El gremio de los recolectores (Surrbac) –escindido de Camioneros y enfrentado a los Moyano– es el que acumula en Córdoba más sospechas, y algunos de sus dirigentes tienen causas judiciales HUGO MOYANO. por esas supuestas vinculaciones.
La Cámara de Acusación de la Justicia provincial confirmó en marzo pasado la imputación que pesa sobre Pascual Catrambone, director obrero de la firma Crese y uno de los hombres fuertes en la conducción del Surrbac, junto a Mauricio Saillen, por presuntas negociaciones incompatibles con la función pública. Catrambone integraba el directorio de Crese.
Igual medida se dispuso respecto de la situación del empresario Mauricio Boñanni, titular de Higyse SA, una de las firmas –junto a Krates SA– creadas por Agustín Catrambone, hijo del mencionado dirigente Catrambone.
Según lo que se investiga, ambas empresas habrían logrado en los últimos años millonarios negocios con Crese, favorecidas por las vinculaciones personales y familiares entre sus accionistas y parte del directorio de Crese.
Saillen y Catrambone tienen también una imputación por usura, dadas las condiciones que impone la mutual del Surrbac.