Lospolíticosevitarondesfilar en el festival de Jesús María
Sin calendario electoral a la vista y luego del agitado diciembre, hubo pocas presencias en la fiesta de la doma y el folklore. Sólo dos ministros nacionales llegaron desde Buenos Aires. Mañana iría el intendente Mestre.
La 53 edición del Festival de Doma y Folklore de Jesús María esta vez no se convirtió en una vidriera para funcionarios y dirigentes políticos ansiosos de conseguir espacios en los medios.
A diferencia del año pasado, cuando el presidente Mauricio Macri junto con el gobernador Juan Schiaretti estuvieron presentes en la sexta jornada, esta vez ambos mandatarios brillaron por su ausencia.
Aunque el mandatario provincial concurrió en la jornada previa a la apertura, para acercar un subsidio de un millón de pesos (que completó los 2,8 millones que entregó la Provincia) y cortar las cintas de inauguración de algunas mejoras del predio.
Cuando el tradicional evento veraniego ya transcurre el último tramo de esta edición, sólo los ministros nacionales Gustavo Santos (Turismo) y Sergio Bergman (Ambiente) estuvieron en las noches del “color y el coraje”.
Para esta noche está previsto que llegue Sebastián García de Luca, viceministro del Interior. Se trata de un peronista bonaerense, poco conocido en Córdoba, pero con importantes responsabilidades políticas en la administración macrista.
Aunque no está confirmado, es muy probable que el intendente de Córdoba, Ramón Mestre, concurra mañana a Jesús María, luego de participar en un festival veraniego que la Municipalidad de Córdoba organiza en barrio Zumarán.
Hubo dos hechos que influyeron para que los gobernantes, funcionarios y legisladores tengan un bajo perfil en este verano festivalero. Situación que probablemente también se prolongue para el próximo Festival de Cosquín: no es un año electoral y, además, la aprobación de la reforma previsional –en medio de violentas protestas en los alrededores del Congreso nacional– generó que muchos políticos prefieran no mostrarse en público.
Hay que recordar que la polémica reforma aprobada el mes pasado involucró a macristas, radicales y también a peronistas cordobeses que votaron a favor del proyecto del oficialismo.
Gabriel Frizza, diputado nacional de Cambiemos y exintendente de Jesús María, admitió ante este diario que esta edición no tendría la connotación política de otros años.
“El año pasado fue muy agitado por las campañas para las Paso y luego los comicios legislativos y muchos dirigentes se tomaron descanso en enero. Creo que será una edición sin mucha presencia política”, dijo el legislador macrista, un día antes del arranque del festival: su pronóstico se cumplió.
Presencia mediática
La asistencia de políticos a los eventos festivaleros tiene como principal objetivo captar la atención de los medios de comunicación, más que tomar contacto con los asistentes a las fiestas.
El habitual recorrido de los políticos en Jesús María es ir primero a saludar al intendente de turno a la Municipalidad. Luego, pasar por el salón VIP del predio, donde son recibidos por el presidente del festival, y finalmente sentarse un rato en la platea.
Un tema que no escapó a la comidilla política de esta edición fue el aporte de fondos de los distintos estados.
En esta oportunidad, el Gobierno provincial entregó un total de 2,8 millones de pesos, mientras que el aporte del Gobierno nacional no llegó a la mitad de esa cifra.
Esta información no pasó inadvertida en Jesús María, pero desde el macrismo suman un dato no menor en esta pulseada vedada que habitualmente sucede entre la Nación y la Provincia por los aportes de fondos.
El festival de Jesús María estuvo cerca de no ser televisado por la TV Pública a todo el país, por una cuestión de costos.
Intervinieron el ministro Santos y Hernán Lombardi, secretario del Sistema Nacional de Medios Públicos, para conseguir que Canal 10 transmitiera y enviara la señal a la TV Pública. El 11 de enero del año pasado, el presidente Mauricio Macri llegó a Jesús María acompañado por el gobernador Juan Schiaretti. En el arranque de un año electoral, el jefe de Estado eligió la noche más convocante, por la presencia de Abel Pintos, para iniciar el año luego de sus vacaciones en Villa La Angostura, como ocurrió este verano. En esa edición, la visita del Presidente tuvo una alta connotación política, ya que arrancaba un período marcado por las elecciones legislativas de octubre, que terminaron con un triunfo de Cambiemos en todo el país. Sin urnas en el horizonte cercano, esta vez Macri y Schiaretti no estuvieron presentes en el evento.