Los “millonarios” de la coparticipación

Con la fama de que en su único bar-comedor se degustan las mejores picadas de salame a la grasa de la región, el poblado de Colonia Iturraspe no pasa desapercibido ante los conductores que recorren la ruta provincial 1, que une San Francisco con Morteros, en el extremo noreste de Córdoba.

Según datos oficiales, esta pequeña localidad recibió, al 30 de septiembre de 2017, alrededor de 1,4 millones de pesos en concepto de coparticipación, uno de los montos más elevados si se analiza la distribución por habitante (242 mil pesos). Según el último censo de 2010, seis personas residían allí.

Abel Binner, el jefe comunal, aseguró que con la rentabilidad que tuvo la soja, los terrenos en las localidades cercanas tienen precios desorbitantes y por eso llega mucha gente porque “acá es más accesible”, explicó. “Pasamos a tener unos 20 habitantes ya radicados y cuando terminen las nuevas casas que están en marcha vendrá el doble”, afirmó. En el nuevo barrio Las Palmeras hay algunas viviendas terminadas y otras en construcción. “El barrio necesita servicios de agua potable, luz y mantenimiento de calles, recolección de residuos, entre otras cosas”, apuntó Binner. También señaló que se brinda servicio de dispensario e internet para todo el pueblo, se ayuda a escuelas y se mantienen caminos rurales.

Colonia Anita

A 20 kilómetros de Colonia Iturraspe está Colonia Anita, otra de las localidades que recibe una mayor proporción de fondos. El censo 2010 contó a sólo ocho personas. Sergio Beltramino, jefe comunal, confirmó que recibió 1,8 millones de pesos hasta el tercer trimestre de 2017. Pero aseguró que presta servicios a casi 200 vecinos de los campos cercanos. “En nuestro dispensario se atiende gente de toda la zona rural, de casi unas 10 mil hectáreas”, afirmó. También dice que brindan una comida diaria en el jardín y en la escuela primaria porque no reciben el Paicor.

Beltramino indicó que uno de los principales problemas que tienen es la falta de asfalto en un camino de 13 kilómetros que comunica al pueblo con la ruta provincial 1. “Si hay una emergencia, nos quedamos porque a veces es imposible salir”, apuntó.