La Voz del Interior

Enero, el mes con más niños internados en hospitales por accidentes

Hay muchos casos de chicos con golpes y traumatism­os que exigen internació­n. Las lesiones más comunes son por caídas en el hogar y en la vía pública.

- Natalia Lazzarini nlazzarini@lavozdelin­terior.com.ar

El mes más turístico del año también es temporada alta en los centros de atención infantiles de la ciudad de Córdoba, según un estudio realizado por el Hospital de Niños.

De acuerdo con los datos publicados en ese informe, enero registra la mayor cantidad de internacio­nes de menores por causas relacionad­as con el movimiento. Esto es golpes contra objetos móviles o inmóviles.

¿Por qué ocurren tantos casos en verano? Los niños tienen más tiempo libre, no van a la escuela y se caen con mayor frecuencia, afirman los especialis­tas.

Un dato significat­ivo es que la mayoría de los accidentes en la vía pública involucran a motociclet­as, ya sea cuando los niños van como acompañant­es o cuando son atropellad­os por este tipo de rodados.

Los puntos del cuerpo más afectados suelen ser las extremidad­es (el 37,5 por ciento de los casos) y la cabeza (el 36,5).

Enero es sinónimo de turismo en las Sierras, fiestas populares y tiempo de ocio. Pero, por desgracia, también significa alta temporada para los centros de salud infantiles de la ciudad de Córdoba.

Un estudio realizado por el Hospital de Niños de la Santísima Trinidad determinó que este es el mes con más internacio­nes en niños que sufren traumas relacionad­os con el movimiento: esto es, que se chocan contra un objeto fijo o móvil. O que ese elemento golpea contra su cuerpo.

“El 35 por ciento de las internacio­nes se da en los meses de verano –explica María Eugenia Gordillo, jefa del Servicio de Emergencia­s del Hospital de Niños–. Los chicos permanecen más tiempo al aire libre, no van a la escuela y se caen mucho más”.

Gordillo, junto con las residentes Natalí Ingaramo, Cecilia Soria y Eugenia Chain, realizaron un análisis minucioso de 641 pacientes que durante mayo de 2016 y abril del año pasado permanecie­ron internados por este tipo de trauma. El trabajo obtuvo el primer premio en la 9ª Jornada Interhospi­talaria de Pediatras Jóvenes de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).

Los accidentes vinculados con el movimiento, principalm­ente las caídas, representa­n el 83 por ciento de los ingresos por guardia en el hospital –unos siete mil al año–, de los cuales entre el siete y el 10 por ciento necesita internació­n.

Falsa seguridad

Las caídas representa­n el 56 por ciento de las causas de internació­n por traumas en movimiento. En este rango se ubican las menores – desde menos de 1,5 metros o desde una altura mayor a la del niño– y las de alto impacto.

“Los andadores dan sensación de falsa seguridad –aclara Cecilia Soria–. Es muy común que el niño se golpee y esa lesión puede ser grave. Por ejemplo, si el pequeño se cae de una escalera”.

En segundo lugar, se ubican los accidentes de tránsito, con el 22 por ciento del total. Y aquí las motos representa­ron el mayor riesgo, tanto para los peatones como para los acompañant­es. El 23 por ciento de estos pacientes necesitaro­n cama en terapia intensiva.

También los aplastamie­ntos son peligrosos: el 50 por ciento necesitó cuidados intensivos. Y este tipo de trauma es el cuarto más común, con los chicos que se cuelgan de las piletas de lavar o de televisore­s, que caen sobre ellos.

En orden de importanci­a siguen: mordeduras de perro, accidentes con armas de fuego, golpes contra un objeto –o aplastamie­nto– y cortes graves con armas blancas, cuchillos, vidrios, rejas, clavos y anzuelos. Los tres últimos son las patadas y caídas de caballos, los accidentes con máquinas como las agrícolas, cortadoras de césped y secarropas. Finalmente, el empalamien­to, cuando un objeto cortante queda en el cuerpo.

Peligro en dos ruedas

El estudio también relacionó las causas de accidentes con la edad de los niños. Resultó que aquellos que tienen entre uno y cuatro años son los más vulnerable­s: caminan y permanecen más tiempo en la casa. Por su anatomía, caen de cabeza y suelen sufrir traumatism­os de cráneo. Aquí comienzan a aparecer los aplastamie­ntos y las mordeduras de perros.

En los menores de un año, son comunes las caídas. En los de 5 a 9, los golpes y traumatism­os en muñecas, que necesitan cirugía. Y en el último tramo del estudio, de

10 a 14 años, se incrementa­n las lesiones con armas de fuego.

“Los accidentes de tránsito aumentan, a medida que crece la edad del niño”, indica Gordillo. El

58 por ciento de los niños que se lesiona como pasajero de un vehículo lo hace en moto. Y estos rodados son también los responsabl­es de los choques en el 43 por ciento de los pequeños atropellad­os en la vía pública.

El estudio también reunió otros datos que ayudan a clarificar la principal causa de muerte de niños en el país. El 61 por ciento de los pacientes fueron varones. El 97 por ciento de los casos fueron no intenciona­les. Y los jueves y viernes fueron los dos días más críticos de la semana.

“Si conocemos en detalle estos accidentes, podremos orientar la prevención”, finaliza Gordillo.

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