Al gobernador sólo lo reemplazaría alguien elegido por el “voto popular”
El juecista Quinteros presentará en la Unicameral un proyecto para dictar una ley de acefalía en la provincia de Córdoba. Es para evitar que, como sucedió, un miembro del Poder Judicial quede a cargo del Ejecutivo.
La semana pasada, la discusión que se dio en el seno del Gobierno provincial sobre cómo suplantar al gobernador, cuando no estaban ni el vice ni el titular provisorio de la Legislatura, fue intensa.
Después de consultas, análisis de antecedentes y repaso de leyes, la Fiscalía de Estado resolvió que el que seguía en la línea de sucesión era la titular del Tribunal Superior. Pero como de ese cuerpo el único en funciones en esos días era el vocal del organismo judicial (Sebastián López Peña) fue él quien, durante tres días, terminó a cargo del Ejecutivo.
En este caso, se aplicó la Ley de Acefalía Nacional, donde hay sistema bicameral, a diferencia de Córdoba que tiene unicameral.
Si Martín Llaryora sigue en su cargo como diputado nacional (por ahora no renunció, sino que pidió licencia como vicegobernador), no es descabellado pensar que la situación vivida la semana que pasó pueda repetirse si es que vuelven a alejarse, en el mismo momento, Juan Schiaretti y Oscar González (hoy titular provisional de la Legislatura).
Entre los comentarios que se generaron por la presencia de un juez a cargo del Ejecutivo, uno muy repetido fue que se trataba de un funcionario que no había sido votado por nadie.
El propio López Peña, en las declaraciones que hizo la semana pasada al quedar a cargo del Ejecutivo, se mostró partidario de sancionar una norma que especifique con más claridad la sucesión.
Por eso, hoy ingresará a la Legislatura un proyecto para dictar una ley de acefalía en Córdoba.
Juan Pablo Quinteros, legislador del Frente Cívico-Cambiemos, anticipó los lineamientos de la iniciativa que impulsa y que pretende que al gobernador sólo lo reemplace alguien elegido por el voto popular.
Voto popular
La idea central, sobre la cual se han pronunciado a favor de manera informal legisladores de la UCR y de Unión por Córdoba, es que la sucesión siempre quede a cargo de alguien que tenga un cargo elegido en elecciones y por la gente.
“El fundamento del proyecto, que pretendemos sea debatido en el ámbito de las comisiones y modificado y enriquecido con el aporte de otras voces, es crear un orden sucesorio que tenga mayor racionalidad y correspondencia con el voto ciudadano y que Córdoba no deba apelar a una ley nacional por carecer de un instrumento legal propio”, explicó Quinteros.
Agregó que se puede incluir que el legislador deba ser de la misma fuerza política que el gobernador para evitar suspicacias.
“El Poder Judicial debería ser absolutamente independiente y ajeno a las cuestiones relacionadas al ejercicio del Poder Ejecutivo y a la política partidaria. Sus miembros no son elegidos por el pueblo”, explicó el parlamentario juecista.
Quinteros sostuvo que, en este caso, el reemplazo de Schiaretti y González debió haber sido Daniel Passerini, vicepresidente primero de la Legislatura e integrante de la gobernante Unión por Córdoba.
Además, aprovechó para cuestionar la “mera especulación política” que llevó al vicegobernador provincial Llaryora a encabezar la lista de diputados nacionales y luego pedir licencia.
De la Sota
En el primer mandato de José Manuel de la Sota, cuando se reformó la Constitución para pasar a un sistema unicameral, tampoco hubo vicegobernador en la provincia. ¿Por qué? A los seis meses de asumir, Germán Kammerath ocupó el cargo de intendente de la ciudad de Córdoba, y dejó su cargo.
FRENTE A LA SITUACIÓN DE AUSENCIA DE SCHIARETTI Y DE GONZÁLEZ, SE APLICÓ LA LEY DE ACEFALÍA NACIONAL, DONDE HAY SISTEMA BICAMERAL.