Resolvió el partido con un gran acierto
La jugada que terminó en la habilitación de Joao Rojas para Arias fue la diferencia, en un partido en el que el equipo terminó aguantando sin la pelota.
Desde los números, fue una noche inmejorable para Talleres. Le ganó 1-0 a Temperley con un gol de Junior Arias a los 34 minutos del primer tiempo y ratificó su posición en la zona de clasificación para la Copa Libertadores. Tercero con 27 puntos, a siete del puntero Boca, extendió a seis partidos su racha invicta de visitante.
Otro dato positivo de la noche: debutó Santiago Silva, quien jugó 15 minutos y, en ese rato, generó dos situaciones claras de peligro y le sirvió a Aldo Araujo una tercera. Acaso sea el veterano delantero uruguayo la solución que necesita la “T” para encarar con mayor poder ofensivo el tramo decisivo de la Superliga.
El planteo
No fue Temperley de local el equipo timorato y contenido que se suponía. Con sus armas, el orden, la modestia y cierto buen trato de pelota, le planteó a Talleres un amanacer complicado. Aunque le faltó talento para desequilibrar en los últimos 20 metros.
Por eso, sin jugar bien y repuntando solamente en los quince minuto finales de la etapa, Talleres se fue ganando el parcial. A los 34 minutos, Juan Ramírez habilitó a Joao Rojas, quien metió el centro atrás que fue conectado definido por Junior Arias.
La segunda parte
Tuvo un problema Talleres. Y no lo puso solucionar a lo largo de toda la noche. Le faltó quién sostuviera la pelota. Dependió demasiado otra vez de que Pablo Guiñazú pudiera afirmarse en la mitad de la cancha. Cuando el “Cholo” lo logró, Talleres ganó en control de juego. Pero cuando no fue así y empezaron a aparecer algunas impurezas en el trato de la pelota, el Celeste se le vino encima y puso en cuestión una victoria que sólo estuvo segura tras el último pitazo del árbitro Andrés Merlo.
Sobre todo en el arranque del segundo tiempo, Temperley le manotéo el timón del partido a Talleres. El ingreso de Fernando Brandán por Ezequiel Montagna le dio a los locales una vivvacidad que había ido perdiendo conforme fueron pasando los minutos del primer tiempo.
Pero ese impulso del equipo local, ese querer llevarse por delante a Talleres, no tuvo su correlato en situaciones de compromiso del arco de Guido Herrera. Sobraron los pelotazos frontales que Javier Gandolfi y Carlos Quintana se cansaron de rechazar y eso fue alejanzo a Temperley de un empate que buscó cada vez con menos claridad.
Con menor tenencia de pelota, Talleres tuvo un par de llegadas claras. Pero hasta el final debió sufrir. A los 44 minutos, Marcos Figueroa (que había ingresado por el lateral derecho Adrián Scifo) reventó un remate en el travesaño. Hubiera sido un premio al esfuerzo de Temperley. Pero Talleres pudo aguantar y se llevó del Sur del Gran Buenos Aires una victoria muy valiosa.