El Kempes no tendrá la superfinal: las razones
El Boca-River se jugará en Mendoza el 14 de marzo. Las obras fuera del estadio no habrían sido la única traba.
Córdoba se quedó sin la final de la Supercopa entre River y Boca, que se jugará el 14 de marzo. Los organizadores y las máximas autoridades de la AFA indicaron ayer que descartaron el estadio Mario Kempes por cuestiones de seguridad y el clásico se jugará en el mundialista de Mendoza.
En los últimos 10 días hubo febriles negociaciones entre la empresa Torneos, organizadora de la Copa Argentina y la Supercopa, y el Gobierno de Córdoba.
Los dueños de los derechos de la final objetaban que en los alrededores del Kempes se está realizando una gran obra de infraestructura, como el cierre del anillo de Circunvalación, lo que podía generar dificultades en los accesos.
El secretario de Seguridad, Diego Hak, y el titular de la Agencia Córdoba Deportes, Medardo Ligorria, hicieron ayer el último intento por retener la superfinal, teniendo en cuenta que en un primer momento se había confirmado que se hacía en Córdoba.
Según versiones del Centro Cívico, Hak y Ligorria mantuvieron contactos con el titular de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y los directivos de Torneos. El responsable de la seguridad provincial presentó un plan para el partido, mientras que Ligorria hizo hincapié en los beneficios de jugar en el Kempes, el estadio del interior con mayor capacidad.
Sin embargo, la suerte estaba echada, inclusive antes de esta reunión: Mendoza sería la sede, porque garantizaba la seguridad y el Gobierno de esa provincia se haría cargo de la diferencia económica que significa jugar la superfi- “Por una cuestión de logística, la final Boca-River va a ser en Mendoza. Lo vamos a comunicar oficialmente mañana (por hoy)”. nal en un estadio con menor capacidad de venta de entradas, que se agotarán.
Las versiones indican que el gobernador Schiaretti estaba interesado en que la final “oficial” en muchos años entre los dos equipos más convocantes del país se realizara en Córdoba. Por eso instruyó a que las autoridades de seguridad y de la Agencia Córdoba Deportes se pusieran a disposición de los organizadores del torneo para garantizar todo lo organizativo. Algo que sucedió.
Tanto Hak como Ligorria sostuvieron que las obras en los alrededores no iban a complicar el operativo de seguridad y pusieron como ejemplo el último clásico cordobés entre Talleres y Belgrano.
También se dijo que los organizadores objetaban el estado del campo de juego del Kempes, pero esto fue descartado por el titular de Deportes de la Provincia.
“Hace tiempo que estamos trabajando con los encargados de AFA en césped y ellos siguen el proceso al día, nosotros aplicamos esa receta. En 15 días vamos a tener el campo en buenas condiciones. Hemos puesto a disposición todo lo que nos pidieron. Más no podemos”, dijo Ligorria.
Aunque nadie lo confirmó ni brindó cifras, la cuestión económica habría jugado un papel preponderante en esta negociación. En un primer momento se eligió el Kempes por su capacidad. En los últimos días habría tenido una fuerte incidencia la intervención del Gobierno de Mendoza, que habría aportado fondos para compensar que en el mundialista cuyano se venderán entre 12 y 15 mil entradas menos. Más allá de las versiones extraoficiales, lo concreto es que la superfinal “oficial” entre River y Boca se jugará en Mendoza y no en la ciudad de Córdoba. Para que esto ocurra tuvo que ver la cuestión de seguridad, pero también a último momento tallaron cuestiones económicas y políticas.