La Voz del Interior

Confort y música para volar

El ciclo Astral Música a Ciegas se erigió como un pequeño fenómeno de público. Ofrece la posibilida­d de escuchar un disco completo a oscuras, en sillones y con sonido de alta calidad.

- Juliana Rodríguez jrodriguez@lavozdelin­terior.com.ar

En la boletería de Espacio

75hayunala­rgafilade personas. La mayoría son jóvenes, muchos están con sus parejas y, mientras esperan, miran su celular y chequean sus redes sociales. Lo que están por experiment­ar es, quizás, una de las pocas experienci­as artísticas que no puede registrars­e en las redes. No habrá video que grabe el momento ni foto con filtro que lo retrate en Instagram.

El ciclo Astral Música a Ciegas propone algo que solía hacer cada cual en su casa y en soledad: escuchar un disco completo. Sólo que aquí la experienci­a es compartida y la oscuridad es total.

Hace ya un año que Astral Música a Ciegas se realiza en el subsuelo del espacio y, desde entonces, ha crecido, primero con un modesto boca en boca, hasta instalarse como una alternativ­a que despierta curiosidad en algunos espectador­es (o escuchador­es) y fidelidad en otros. Cada miércoles y sábado hay dos funciones (a las 20 y a las

22) y la sala siempre está llena. Al ingresar, el primer contacto con el disco es a través de un documental, generalmen­te de una hora de duración, que ahonda en la vida del artista y el disco elegidos. Han pasado ya por la sala más de 40 álbumes de artistas como Los Beatles, Pink Floyd, The Doors, David Bowie, Frank Zappa, Björk, Lady Gaga o Bob Marley. “Y este año vamos a incorporar discos de Rolling Stones y Amy Winehouse”, adelanta Gastón Montenegro, impulsor del ciclo junto a Evelin Mellano, en Afro Produccion­es.

Se acaba la luz

Cuando el documental termina, se puede salir al patio, comer algo, comprar algo para tomar y volver a la sala, ahora sí, a escuchar el disco. Entonces, el subsuelo de Espacio 75 se oscurece del todo, no ingresa ni una sola gota de luz y Gastón adelanta lo que está por pasar. Presenta el disco, pide que todos apaguen sus teléfonos celulares y advierte que hay que entregarse de a poco a la experienci­a.

Al principio, se escucha en la sala un carraspeo, alguien que se acomoda en la silla, suena un movimiento de telas, cierta inquietud. No es usual estar en completa oscuridad rodeado de 60 desconocid­os. Pero esa ansiedad desaparece cuando la música ocupa el espacio incómodo. Con un sonido envolvente de 5.1, el disco (esta vez suena uno de Elvis Presley) va introducié­ndose al oyente, canción por canción, en su estructura sonora y en sus paisajes musicales.

“Enlaeradel­as playlists y de Spotify, cuando la gente conoce uno o dos temas de cada disco, intentamos retomar el hábito de escuchar discos enteros, en un ambiente acorde para que eso suceda: eliminando el bloqueo visual, con la atención en lo auditivo. La invitación es a pensar el disco, degustarlo en el orden de cada canción, disfrutar de sus climas y conceptos”, agrega Gastón.

Como en casa, pero no

Al sonido envolvente, los productore­s le sumaron dos elementos clave: las butacas fueron reemplazad­as por sillones amplios, cómodos, de respaldo reclinado; y permiten ingresar a la sala con las bebidas.

A pesar de las semejanzas, la experienci­a no es como estar en el living de casa; así como no es lo mismo estar con los ojos cerrados que abrirlos en esa oscuridad. De esas singularid­ades se nutre esta situación.

El productor explica que pusieron especial atención en el sistema de sonido para lograr crear esta especie de enorme home theatre, este “laboratori­o de música”, y con la meta de que la audiencia se relaje en los sillones. “A veces se relajan demasiado, alguno se duerme y se escuchan los ronquidos entre tema y tema”, cuenta.

No es, por suerte, el caso esta vez. Ahora, las canciones de Elvis escuchadas una y mil veces adquieren en este contexto nuevos detalles, se muestran distintas, se escuchan con una atención nueva. “Los que vienen, normalment­e, vuelven. Hay un público cautivo, se arma como un club de música”, añade el productor.

Selección

Sobre cómo se hace la curaduría de los discos que selecciona­n, intentan que cubran un amplio espectro de géneros, grupos etarios y estilos, de la psicodelia al reggae, al rock y al pop. La única condición es técnica: el disco debe estar grabado en el formato 5.1.

El problema con algunos discos de rock nacional (les piden mucho material de Spinetta, por ejemplo) es que no fueron grabados en su momento en este formato.

Por eso, este año, Montenegro y compañía tienen dos proyectos: conseguir material original de esos discos, los derechos, y hacer la mezcla en este formato; y, por otro lado, coordinar con bandas de Córdoba para remezclar su material de la misma manera.

Cierra Gastón: “Al escuchar la música así, pasa algo, el sonido se aprecia más, hasta ayuda a generar un fanatismo con la banda. Lo que prima, acá, es la música”.

NO ES USUAL ESTAR EN COMPLETA OSCURIDAD CON 60 DESCONOCID­OS. PERO LA ANSIEDAD SE VA CUANDO LA MÚSICA OCUPA EL ESPACIO.

 ?? (RAMIRO PEREYRA) ?? Música en compañía. La propuesta implica estar en la oscuridad, rodeado por otros espectador­es y compartien­do la escucha de un disco completo, en alta calidad sonora.
(RAMIRO PEREYRA) Música en compañía. La propuesta implica estar en la oscuridad, rodeado por otros espectador­es y compartien­do la escucha de un disco completo, en alta calidad sonora.

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