Qué ves cuando no ves: otras obras a ciegas
Los espectáculos a ciegas en Córdoba tuvieron su inicio en 1991, con una obra de teatro emblemática como Caramelo de limón. Esta creación colectiva que dirigió Ricardo Sued llegó a Buenos Aires e incluso fue presentada en París en 1996. La obra se desarrollaba en completa oscuridad contando una historia de amor, atravesada con los desaparecidos en la dictadura de 1976. Caramelo de limón tuvo reposiciones en 2006 y 2008 en distintos espacios de Córdoba. Más cerca en el tiempo, la compañía Teatro Ciego retomó la técnica con varias obras a oscuras. Actualmente, y por cuarta temporada consecutiva, presentan dos obras en Villa Carlos Paz: el espectáculo humorístico musical Un viaje a ciegas, y el espectáculo infantil Mi amiga la oscuridad. La primera se desarrolla en un bar de Buenos Aires con el tango y canciones internacionales como telón de fondo, y con un desfiles de personajes que van tejiendo sus historias personales. La segunda, en tanto, está contada como una fábula para “transportar a los niños a una nueva dimensión”, invitando a vencer el miedo a la oscuridad al utilizar el juego y al estimular la imaginación. La primera parte del espectáculo se desarrollará utilizando técnicas de teatro negro, títeres de sombras, hasta ir quedando en oscuridad total. Información: teatrociego.boleteria.online.
Recuperar el ritual de una escucha atenta, con énfasis explícito en el sonido y en su dimensión material, es el gran capital de Astral Música a Ciegas. El ciclo que propone Espacio 75 parece haber encontrado a un nicho de oyentes deseosos por entregarse de lleno a eso que hoy parece anacrónico: escuchar un disco sin hacer otra cosa.
Ahora bien, no todas las grabaciones tienen el mismo potencial para impresionar y transformar esa instancia en un auténtico viaje sensorial.
De la mano de las posibilidades técnicas que ofrece el sistema 5.1 (cinco canales de banda ancha completa y uno extra con efectos de baja frecuencia), un disco puede volverse un parque de diversiones para la percepción. Pero no es lo mismo si ese álbum carece del componente psicodélico necesario para convertir a la música en otra cosa.
Psicodelia
Más allá de la conexión sentimental que uno pueda tener con cierto grupo de canciones, o de la admiración que un artista nos genere, la elección de la obra para oír a ciegas es fundamental para disfrutar la experiencia de manera completa. Ya sea por cuestiones históricas o de producción artística de cada trabajo, si no se explotan las posibilidades espaciales que ofrece la ingeniería del sonido, la vivencia resulta incompleta.
En lo personal, pude escuchar In Rainbows (2007), de Radiohead, y Yoshimi Battles The Pink Robots (2002), de The Flaming Lips.
El primero es uno de mis discos de cabecera, pero la inmersión a oscuras no significó mucho más que apreciar las canciones con total entrega. El segundo, en cambio, fue lo más parecido a entrar en la fábrica de chocolate de Willy Wonka.
Quien quiera llevarse una verdadera sorpresa, haga los deberes y elija bien el título que pueda abrir una puerta a otra forma de experimentar el universo sonoro.
Más allá de los gustos, Astral Música a Ciegas es un espacio que ofrece la posibilidad de recuperar la música en su dimensión más creativa, y no sólo como la banda sonora de nuestras rutinas.