La falta de liderazgo en el PJ nacional
–¿Qué tan diferente puede ser?
–Estamos frente a un Gobierno provincial con muy buena gestión, al cual la ciudad tiene que estarle agradecida, porque hacía años que necesitaba obras como el cierre de la Circunvalación, el parque lineal de Costanera hacia el este para que entren ahí los ómnibus, el servicio troncal de cloacas y la ampliación de Bajo Grande. Hoy la única ventaja que podría tener es que el Gobierno provincial no va a ser socio del radicalismo. Antes, acordaban
Olga Riutort sostiene que es difícil la reorganización del Partido Justicialista a nivel nacional, reconoce la falta de un liderazgo claro y la reticencia dirigencial a convocar al debate.
–¿Cómo ve la reorganización del peronismo a nivel nacional?
–La veo difícil. Cuando se toca fondo, es posible aunar voluntades. Si bien es cierto que la mayoría de la sociedad no quiere saber nada con Cristina Fernández, también es cierto que a los del peronismo que no participaron del kirchnerismo, ya sean gobernadores o senadores, no les resulta fácil hacer una convocatoria masiva para rediscutir cómo reorganizarlo, con internas, con mesas. Sí creo que lo más serio institucionalmente hablando son los que hoy ejercen el poder en nombre del peronismo, sean los senadores, los diputados o los gobernadores.
–El peronismo sin liderazgo... –Es como cualquier partido. Mirá el radicalismo, que está en Cambiemos como un anexo. Porque no hay líderes, que no se fabrican: nacen y se forman. Hoy el peronismo no tiene un líder. –¿Cristina fue líder?
–No del peronismo, sí del kirchnerismo. Porque si hubiera sido líder del peronismo, no tendrías este panorama hoy. Cristina está ligada a sectores más de izquierda y progresistas, por eso en el Frente para la Victoria estaba hasta el Partido Comunista. Y hay una pata del peronismo que la quiere a ella. Hoy el desafío es cómo juntás la tropa y das el debate.
–¿Usted cree que José Manuel de la Sota esté retirado de la política?
–A él le encantaría ser presidente, y para eso tendrá que ver cómo se va asentando en esta estructura que tiene tres patas: la CGT con sus internas, los gobernadores y el sector kirchnerista. Y están los que se fueron, como Sergio Massa, que piensan como Alberto Fernández, que con Cristina no alcanza y sin ella tampoco. Pero todo va a depender de cómo le vaya a Macri, pasaron dos años y los pobres siguen más pobres, la inflación no baja, hay bicicleta financiera para los amigos del poder.