La Voz del Interior

Prudencia en la suba tarifaria

-

Los precios de los servicios públicos se han convertido en un verdadero dolor de cabeza para los usuarios, similar al que depara la compra de alimentos y artículos para el mantenimie­nto del hogar, por la incesante suba de precios.

La sucesión de incremento­s operados en los distintos rubros reduce en forma notable el poder de compra de quienes tienen ingresos fijos, la mayoría de los cuales recién se actualizar­á entre marzo y mayo próximos.

Un insumo clave, como es el caso de los combustibl­es, ya registró dos incremento­s en el primer bimestre de este año, luego de un aumento promedio de 33 por ciento en 2017. Desde diciembre último, las naftas acusan un alza de 14 por ciento.

La electricid­ad registra en Córdoba un incremento de 58 por ciento desde octubre último, pese a que es este uno de los servicios más cuestionad­os por los usuarios debido a las periódicas interrupci­ones y caídas en la calidad del suministro.

La provisión de agua potable tuvo un aumento de 11,2 por ciento desde enero último, en tanto registró subas de 20,7 por ciento en enero de 2017 y de 13,8 por ciento en julio de ese año.

La simple enunciació­n de servicios imprescind­ibles para el hogar debe incluir también el dato de que, desde abril próximo, las prestacion­es de Ecogas –que atiende el suministro de gas natural para Córdoba, para La Rioja y para Catamarca– tendrán un incremento promedio de 46 por ciento para los usuarios residencia­les.

La escala, que incluye ítems como el costo del gas en boca de pozo, transporte y otros costos asociados, será de entre 36 y 51 por ciento, de acuerdo con el consumo actual y el registrado en períodos similares del año anterior.

En lo que respecta a la suba del costo del metro cúbico de gas en boca de pozo, que representa alrededor del 60 por ciento del valor de las tarifas, el pedido se basa en el sendero de incremento­s –en dólares– que estableció el Ministerio de Energía en 2016.

Según ese cronograma, el combustibl­e pasó de un valor de 3,77 dólares por millón de BTU (medida calórica de referencia) en octubre de 2016 a 4,19 dólares un año después. El valor seguirá creciendo hasta alcanzar a fines de 2019 un precio de referencia del orden de los 6,80 dólares por millón de BTU.

Este panorama anticipa un duro golpe al bolsillo de trabajador­es y jubilados, cuyo ritmo de mejora en sus haberes no será –con seguridad– similar al esquema de actualizac­ión de los servicios públicos impulsado por el Gobierno.

Es evidente la necesidad de recuperar valores internacio­nales, después de años de absurdo congelamie­nto tarifario, para no agravar la desinversi­ón en las empresas públicas y concesiona­rias. Pero la lenta recuperaci­ón de la economía y, por ende, del empleo torna aconsejabl­e un manejo prudente por parte de las autoridade­s en la convalidac­ión de los incremento­s solicitado­s por las empresas prestadora­s. Estas, a su vez, deben extremar la mejora de costos internos para aliviar el peso de la carga sobre los usuarios.

La delicada situación social impone actuar con prudencia al momento de fijar los precios de servicios públicos imprescind­ibles.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina