¡Mirá para arriba, Gloria!
Le ganó 3-2 a Riestra y logró dos triunfos al hilo. Toma aire en el descenso y se acomodó mirando el reducido.
Instituto volvió a ganar como visitante. Y por primera vez en el campeonato, logró enhebrar dos triunfos al hilo. Pero antes de derrotar por 3 a 2 a Deportivo Riestra en la cancha de Los Andes (por la fecha 16 de la Primera B Nacional 2017/18) debió atravesar una montaña rusa de emociones.
Tuvo tantos altibajos el partido de la Gloria que antes de la primera media hora de juego, ya estaba arriba 2-0 en el marcador con un zurdazo de media vuelta de Javier Mendoza a los 7 minutos y un cabezazo de anticipo de Víctor López a los 28.
Pero antes de los primeros 10 minutos de la segunda etapa, empataba 2-2 con un golazo de tiro libre de Sebastián Soto a los 40 minutos del primer tiempo y un penal que convirtió el propio Soto a los 7 del complemento tras una falta discutible de Ezequiel Bonacorso a Nicolás Ríos.
Cuando daba la impresión de que Riestra se llevaba por delante a la Gloria con la rapidez y habilidad de sus delanteros (Gonzalo Bravo fue casi imparable), a los 22 minutos, Alan Aguirre volvió a prevalecer en el área local y de cabeza anotó el 3-2 definitivo que Instituto celebró como se celebran las victorias que verdaderamente valen.
Un paso adelante
“Nos repusimos rápido después del empate. El equipo mostró carácter y eso fue lo que más me gustó. Dimos un paso adelante, pero tenemos que ser más inteligentes con el resultado a favor”.
En pocas palabras, el técnico Darío Franco hizo un análisis certero de lo que tuvo y lo que le faltó a su equipo.
La Gloria no se desarticuló en el tránsito del 2-0 al 2-2 y pudo salir adelante con mucha más personalidad que fútbol.
Pero nunca dio una imagen de solidez total y rara vez, alcanzó a controlar el juego.
En lugar de afirmarse a partir de la tenencia de la pelota, en largos tramos de un partido caótico, la revoleó por el aire y jugó al ritmo alocado que le propuso e impuso Riestra.
Acaso otra hubiera sido la suerte de Instituto, si Lucas Hoyos no hubiera puesto la mano firme en tres llegadas claras que Riestra tuvo en el primer tiempo.
Y si la inspiración de Javier Mendoza no hubiera brotado a pleno. Fue vital el delantero: hizo el primer gol de la Gloria, ejecutó con gran precisión los tiros libres que derivaron en los goles de cabeza de “Vítrola” López y Aguirre y resolvió con acierto y gran intención ofensiva, cada pelota de las muchas que pasaron por sus pies.
Mendoza jugó sólo. Rara vez encontró con quien descargar o combinar.
Franco pretende un Instituto intenso y de alto voltaje. Pero en el fútbol, no siempre debe pisarse el acelerador a fondo. A veces, conviene pisar el freno y mirar el panorama.
Es cierto que, apurado por una campaña insatisfactoria, la Gloria quiere recuperar el terreno perdido y tratar de llegar al menos al Octogonal por el segundo ascenso del que a está a un punto.
Pero no todo debe hacerse corriendo. Jugando también se puede. Y el triunfo de ayer le da aire para creer. Tendrá que rodear a Mendoza y, con confianza, animarse a más.