La Voz del Interior

Que no signifique olvido

- Luis Angulo*

Ante la muerte de Luciano Benjamín Menéndez, es responsabi­lidad de quienes aún permanecem­os que su imagen y sus acciones con su legado de muerte no mueran jamás. Nos correspond­e ser la memoria viviente de lo sucedido en esos años negros de nuestra patria, para que la historia no se repita; para que no haya retrocesos en todo el terreno ganado en estos tiempos de democracia en materia de derechos humanos, tanto en lo que se vincula al respeto de valores inherentes a la condición humana como al mejoramien­to de la calidad institucio­nal.

Es responsabi­lidad ineludible de quienes hoy disfrutamo­s de los vientos saludables de la democracia, y en particular de quienes sufrimos en carne propia las brutales acciones de un ideólogo de la muerte y gestor de un verdadero genocidio, seguir bregando para que los derechos humanos continúen siendo una política de Estado.

Debemos sentirnos orgullosos como argentinos por haber podido juzgar y condenar con todas las garantías constituci­onales a quienes perpetuaro­n nuestro genocidio. El pueblo argentino no apeló a la venganza ni a la pena de muerte. Como otros pueblos del mundo, apostó a la vida, a la verdad y a la justicia.

Debo confesar que me queda el dolor de que otro genocida se vaya de este mundo sin decir dónde están los desapareci­dos y los nietos que aún nos faltan a todos y que todavía no se encuentran con su verdadera identidad, como el nieto de Sonia Torres.

Se va otro represor sin muestras de arrepentim­iento por el daño ocasionado a miles de personas y a nuestra patria. A sus víctimas, a los 30 mil desapareci­dos y a los organismos de derechos humanos, vaya mi homenaje.

Además de los crímenes aberrantes que cometió, la dictadura cívico-militar de la que el represor fallecido fue ideólogo y parte fundamenta­l destruyó el tejido social y el aparato productivo de la Argentina.

Como ya expresamos de modo enfático en otras circunstan­cias, y en especial al conocerse el fallo de la megacausa de La Perla, la Provincia de Córdoba actuó, y va a continuar en tal dirección, para la promoción, el desarrollo y la consolidac­ión de políticas de derechos humanos y defensa permanente del Estado de derecho, con la certeza de que a mayores derechos, mayor desarrollo, y democracia de mejor calidad.

No olvidar

La desaparici­ón física de Menéndez no puede ni debe significar su olvido. Porque queremos que la memoria de las políticas y prácticas aberrantes de las que fue parte activa queden grabadas en la conciencia de la sociedad, para que impulsen la condena de todos los genocidios, en procura de lograr que nunca más se cometan desde el Estado delitos de lesa humanidad.

Esta es la razón por la cual, en estos casos, la memoria no es sólo mirar atrás, sino que es referencia­r el presente y el futuro, para construir un Estado de derecho donde impere la ley; un Estado capaz de erradicar la impunidad; un Estado que en sus decisiones políticas, económicas y sociales haga prevalecer valores vinculados a todos los derechos humanos, sin cuya promoción, respeto y garantía el Estado pierde legitimida­d y la sociedad se atomiza.

Teniendo presente lo expuesto, y desde la fe que con mis limitacion­es busco consolidar a diario, tratando de mirar al cura Brochero, quien constituye un ejemplo siempre presente, le pido a Dios que desde su infinita misericord­ia juzgue con la vara que le es propia las acciones de Menéndez y se apiade de su alma.

Por estos lados, la justicia humana y quienes la procuraron hicieron lo pertinente para que en alguna medida sus crímenes no quedaran impunes.

MEMORIA NO ES SÓLO MIRAR ATRÁS, SINO REFERENCIA­R EL PRESENTE Y EL FUTURO PARA CONSTRUIR UN ESTADO DE DERECHO.

* Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Provincia de Córdoba

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina