Serios retrocesos para las científicas
Los últimos dos años han sido de intensa movilización para la comunidad científica argentina, fuertemente golpeada por recortes presupuestarios. En ese contexto, las desigualdades entre varones y mujeres en el mundo científico adquieren un matiz preocupante. Un ejemplo son los despidos injustificados de trabajadores/as del Inti: el 70% de los/as 258 despedidos/as son mujeres.
Al mismo tiempo, las mujeres –a pesar de nuestras capacidades y significativos aportes científicos– seguimos ocupando un porcentaje marginal de los cargos de dirección de organismos científicos y de los cargos de mayor jerarquía de la carrera de investigador/a del Conicet.
Para quienes optamos por la maternidad, las desventajas son más acuciantes: las licencias son muy breves, no hay guarderías en los lugares de trabajo ni espacios para lactancia, y la “carrera” se ve fuertemente lesionada.
Además, nuestros aportes científicos son menos apreciados: por ejemplo, en toda su historia sólo el tres por ciento de los premios Nobel fueron otorgados a mujeres.
También las científicas somos víctimas de acoso y abuso sexual, silenciadas al interior de la comunidad científica. Por estas razones, las científicas estamos en pie de lucha y protagonizaremos junto con tantas otras mujeres la jornada histórica del jueves 8 de marzo.
* Investigadora asistente del Instituto de Investigaciones Psicológicas (IIPsi), unidad ejecutora de Conicet y de la UNC