Tomar la calle por las que no pueden
La lucha de las mujeres por el reconocimiento de sus derechos ha tenido un largo recorrido, que empezó mucho antes de nombrarse feministas. La historia del feminismo y la agenda de las mujeres es una historia de avances y retrocesos, que ha atravesado diversas “olas”, ya que ante cada avance , el patriarcado lanza una contraofensiva que nos hace retroceder. Avanzamos y retrocedemos.
Sin embargo, como una revolución, algo está cambiando y muy rápido. En este segundo Paro Internacional de Mujeres, en 170 países, la tierra volverá a temblar. Todas las demandas de todos los feminismos, en plural, se harán escuchar; incidiendo en el corazón de la agenda pública: la lucha histórica por igual salario, paridad en los espacios de toma de decisión, trabajo decente, reconocimiento del trabajo doméstico no remunerado, corresponsabilidad en los cuidados, derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, salud sexual integral en las escuelas, erradicación de la violencia contra las mujeres y fin de los femicidios.
Algo está cambiando: una visión de interseccionalidad cada más fuerte en el trabajo de muchos movimientos sociales hace posible que avancen las agendas de las mujeres, que confluyen como nunca antes: mujeres rurales, indígenas, campesinas, afrodescendientes, trans, migrantes, trabajadoras de sectores precarizados, de sectores urbanos marginados, viviendo con VIH, entre otras, lideradas por las más jóvenes, quienes avanzan en nuevas experiencias de lucha.
Cuando de apoyar demandas del movimiento de mujeres se trata, el Fondo de Mujeres del Sur se posiciona, desde su rol movilizador de recursos, como una verdadera organización aliada.
Así, contribuimos a través del apoyo financiero y técnico con iniciativas de grupos y organizaciones de mujeres que promueven sus derechos para lograr una sociedad más justa e igualitaria.
Junto con todas las mujeres que hoy tomarán las calles y por aquellas que no pueden hacerlo, este 8 de marzo ¡nosotras paramos!
* Directora del Fondo de Mujeres del Sur