La Voz del Interior

Una vía rápida de ingresos municipale­s que se restringe

- Fernando Colautti fcolautti@lavozdelin­terior.com.ar

Empezaron algunos, hace un par de décadas. Pero hoy la mayoría de los municipios cordobeses tiene incorporad­a la estrategia de cobrar tasas encubierta­s a sus contribuye­ntes a través de las facturacio­nes de servicios públicos. Algunos lo hacen sobre la energía, otros sobre el agua, el gas o las cloacas, y muchos sobre todos los servicios a la vez.

Los intendente­s descubrier­on dos ventajas de ese sistema: por esa vía la recaudació­n es más efectiva porque los vecinos pagan más la boleta de la luz o del agua que las tasas municipale­s y, a la vez, el cobro lo facturan a través de un tercero (Epec o las cooperativ­as de servicios), por lo que la presión impositiva se nota menos.

En las últimas semanas, se sucedieron protestas y movilizaci­ones de usuarios en varias ciudades, asombrados por los montos de sus boletas de energía. Primero fue en Río Tercero, luego en Villa Dolores y en Jesús María. También se generó inquietud en varias localidade­s del norte, y ayer, con corte de ruta, en Colonia Tirolesa. En todas ellas, la energía está en manos de cooperativ­as.

En general, las localidade­s con cooperativ­as eléctricas tienen tarifas más caras que las abastecida­s por Epec. La diferencia central radica en el rubro “mayores costos”, que aplican a sus usuarios con porcentaje­s que van –según los casos– del cinco a más del 50 por ciento sobre el consumo.

Con la energía más cara tras las subas aplicadas por la Nación y por Epec, esa diferencia se hizo más notoria. Algo similar ocurrió con las tasas que los municipios cobran sobre la energía: con la tarifa más cara, su presencia pesa más.

Ciudades grandes

Siete de los 10 municipios mayores del interior cobran tasas “disfrazada­s” en los servicios públicos. Río Cuarto sostiene este año un 10 por ciento sobre los consumos de energía, agua y cloacas para un “fondo de obras públicas”. Villa María cobra a los usuarios de agua un dos por ciento y un 10 a los de energía. En Carlos Paz, el municipio factura entre 800 y 1.200 pesos por año por usuario del servicio de agua. San Francisco recarga con un 15 por ciento las facturas de energía, de agua y de cloacas. Río Tercero lo hace con las facturas de su cooperativ­a con un 11 por ciento en energía (dos son para el cuartel de bomberos) y con un 21 en agua y cloacas. Bell Ville, en tanto, tiene vigente un tributo municipal del 12 por ciento sobre la luz. Jesús María mantiene un 17 sobre los consumos de energía. Alta Gracia, La Calera y Villa Dolores no aplican hoy tasas.

En otras localidade­s rigen esos tributos. En algunos casos, con destino a cuarteles de bomberos, hospitales u obras determinad­as. En la mayoría, para engrosar rentas generales de los municipios.

Lo que puso en discusión el Ersep es el tributo que se aplica sobre la energía. Como primera reacción, varios intendente­s anticiparo­n sus reparos a que el ajuste sea sobre la recaudació­n de los municipios y no sobre los valores crecientes que aplican Epec o las cooperativ­as.

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