La Voz del Interior

Libertades, derechos y miedos de las mujeres, según pasan los años

Tres generacion­es de una familia cuentan cómo han cambiado los roles y la vida de las mujeres en los últimos 70 años. Relatan cuáles son los desafíos presentes y pasados.

- Mariana Otero motero@lavozdelin­terior.com.ar

Blanca (84), Alejandra (58), Belén (32) y Guillermin­a (10 meses) son mujeres de distintas épocas. Generacion­es de una misma familia. Bisabuela, abuela, madre, hija y nieta. Y todas las variantes posibles de los lazos de sangre: madre y abuela; hija y madre. Y así.

“Yo no cambiaría ser mujer por nada. Me gusta ser mujer porque creo que somos un pilar fundamenta­l en la sociedad y en la familia. Tener la capacidad de tener hijos propios o adoptados, educarlos y hacer que sean personas de bien es hermoso. Somos lindas por dentro; la mujer tiene mucho para dar”, opina Alejandra.

La familia de mujeres, o al menos esta rama del árbol genealógic­o, habla de su historia personal, que puede ser similar a la de muchas otras. En sus relatos se asoman los cambios que se han producido en los últimos 70 años en la sociedad.

“La mujer ha ganado libertad, reconocimi­ento. En mi época, a una mujer le costaba mucho conseguir un trabajo. Ahora las chicas se abren sus propios negocios, siguen sus carreras. Veo que la mujer ha ganado. Tiene más oportunida­des”, plantea Blanca, que se recibió de maestra de labores en el Profesiona­l Nacional y trabajó, durante años, en una casa de artículos para bebé. “Lo que estudié lo practiqué en casa”, dice, a sus 84 años.

Alejandra, profesora jubilada de Física y Química, opina: “Hemos ganado en poder opinar, en decir lo que pensamos sin ser juzgadas como antes. Podés tomar decisiones sobre tu cuerpo, sobre tu persona, sobre lo que querés. Podés elegir y participar en política, en todo”.

Belén, bailarina clásica del Teatro San Martín, acuerda. Pero dice que la insegurida­d está limitando ciertas libertades. “Tengo miedo de salir a la calle. Con mi hija voy a un gimnasio que se puede ir con bebés y salimos a caminar al parque todas juntas; pero si tengo que ir al parque sola, no salgo”, plantea.

Alejandra coincide en que la mujer se siente vulnerable en la calle. También cree que están sobrecarga­das de tareas: trabajan en la casa, afuera del hogar, crían a los hijos. “Hoy las mujeres hacen todo”, resume.

En la misma línea, Belén define: “Las mujeres son unas heroínas”. Estén donde estén y hagan lo que hagan, entregan siempre algo más. Los tiempos cambian

Blanca tiene 84 , maneja su auto y tiene un celular desde el que envía mensajes de WhatsApp. Siempre fue independie­nte. Terminó el primario y luego aprendió labores y dactilogra­fía hasta que empezó a trabajar.

Alejandra aprendía inglés en la Cultura Británica mientras iba al secundario, jugó al hockey 15 años y estudió profesorad­o de Química. Se jubiló el año pasado.

Belén es bailarina de danza clásica en el teatro San Martín. A los 16 años se fue a vivir sola a Buenos Aires, durante cinco años, para estudiar en el teatro Colón. Rindió libre algunos tramos del secundario y regresó a Córdoba.

Los tiempos, indudablem­ente, cambiaron. Blanca se casó a los 24 años con quien fuera su primer novio y tuvo una única hija. Se separó y, tiempo después, volvió a casarse.

“En aquella época si no te casabas eras la solterona del barrio, no tenías que tener chicos porque a tus padres no les gustaba y ¡pobre de vos! Yo he sido muy de obedecer; todo lo que mi papá me decía era así. Con la mirada te dominaban en aquella época”, cuenta Blanca.

En aquellos años, las chicas iban con la madre de alguna amiga cuando salían. Nunca solas. “Una vez al mes, íbamos a bailar pero siempre acompañada­s. La mamá de la amiga que nos llevaba primero hablaba con mi papá para ver a qué hora me iba a traer. Era muy estricto todo, pero no era feo”, dice. Las fiestas eran en casa de familia y duraban desde las 5 de la tarde hasta las 9 de la noche.

Alejandra pasó su juventud en la época de la liberación sexual. “Las chicas empezaron a tener sexo sin tanto prejuicio como antes, salían más. Íbamos solas. Nos llevaban y nos traían pero no con un acompañant­e. Empezamos a ir a los boliches. Se salía a las 11 y se volvía a las 3. Me casé a los 23 y ya no te quedabas para vestir santos si no te casabas. También tuve compañeras que tuvieron hijos estando solas”, explica.

Cuando Belén empezó a salir ya

 ?? (NICOLÁS BRAVO) ?? Generacion­es. Blanca, de 84 años; Alejandra, de 58; Guillermin­a, de 10 meses, y su mamá, Belén, de 32, la línea materna de una familia testigo de los cambios sociales.
(NICOLÁS BRAVO) Generacion­es. Blanca, de 84 años; Alejandra, de 58; Guillermin­a, de 10 meses, y su mamá, Belén, de 32, la línea materna de una familia testigo de los cambios sociales.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina