La Voz del Interior

Por qué nunca nos vamos de Facebook

- Pablo Leites Nativo digital pleites@lavozdelin­terior.com.ar

Cada vez es más frecuente escuchar a un pariente o amigo que reconoce que “Facebook se volvió insoportab­le”, como justificac­ión de una migración a Instagram. Ahí es donde la mayoría de los jóvenes decide estar.

Incluso si se elimina ese factor “rejuveneci­miento”, resulta comprensib­le que aunque sea una porción de quienes contribuye­ron al crecimient­o de Facebook (hoy una red social de más de dos mil millones de usuarios) haya percibido que las burbujas de opinión no son tan confortabl­es como quiere hacernos creer Zuckerberg. Eso sin contar el hecho de que los filtros, las historias y los efectos que Instagram tiene para fotos y videos lo hacen más atractivo.

Como muchos, en algún momento de 2017 comencé a pasar más tiempo en “IG”, para comprobar que en efecto había algo de regreso a un espíritu lúdico que “FB” había ido perdiendo. El entusiasmo, de todas maneras, duró poco.

Los posteos con la aclaración de “publicidad” arrancaron siendo una rareza. Pero si para septiembre de 2017 ya había más de dos millones de anunciante­s activos por mes, según el blog oficial de la compañía, no es tan extraño que hoy la sensación sea que “Instagram se llenó de publicidad”.

Así que hace unos 10 días comencé a hacer uso de la opción “Ocultar anuncio”, que aparece en cada pieza publicitar­ia. Como causa –sí, pide una causa– elegí “No es relevante”. Hice lo mismo con todos los anuncios que vi al navegar entre los posteos de mis contactos. “Gracias por avisarnos. Tus comentario­s mejoran la calidad de los anuncios en Instagram”, leí como respuesta. Luego de mil ocultamien­tos compulsivo­s, debo reconocer que me decepcionó corroborar que no sólo Instagram no empezó a ofrecerme menos anuncios (parecía que fuesen cada vez más, como si el algoritmo se esforzase en mostrarme algo que por fin fuese relevante), sino que muchos de los anunciante­s que ya había marcado como “no relevantes” volvieron a aparecer.

Está claro que Instagram depende de los anunciante­s para ganar dinero. Y eso es tan cierto como que el 99 por ciento de los avisos que muestra son irrelevant­es. Sin embargo, eso no es lo peor de este descubrimi­ento.

¿Cómo supone Instagram qué avisos mostrarme? La respuesta es Facebook, una app a la que le damos permiso para registrar todo lo que hacemos y ver qué aplicacion­es usamos, incluso cuando no estamos dentro de Facebook. Y no sólo de ahora: hace años que podemos descargar la info que la red social tiene de nosotros, y en el archivo veremos el registro de cada “me gusta”, cada comentario, cada foto subida y cada cambio de estado desde que comenzamos a usarla.

Facebook, por supuesto, es el propietari­o de Instagram. Hace un par de años, directivos de Instagram reconocier­on que comparten datos. “Para decidir qué anuncios mostrarte, consideram­os tu informació­n e intereses básicos en Facebook e Instagram y tu actividad dentro y fuera de Facebook”, dijo un portavoz de Instagram a Tech Insider en una declaració­n de 2016.

Siempre se puede optar que FB no comparta estos datos, pero no vamos a ver menos avisos, sino que serán (todavía) menos relevantes. Así que si te fuiste de Facebook a Instagram, en verdad nunca te fuiste.

 ?? (FOTOILUSTR­ACIÓN DE OSCAR ROLDÁN) ??
(FOTOILUSTR­ACIÓN DE OSCAR ROLDÁN)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina